Vicente Lloris (1951) juró el pasado viernes por tercera vez el cargo de concejala del Ayuntamiento de Valencia, al que vuelve en la recta final de la legislatura en sustitución de Ana Botella. Ve a Calabuig buen candidato pero cree que su lista, donde ella no está, es "un cambio demasiado brusco".

Con cuatro meses para que acabe la legislatura ¿cómo se plantea su vuelta a la escena política municipal?

Los cuatro meses que me quedan voy a dar batalla. Me he propuesto ver lo que están haciendo otras ciudades en materia de empleo y voy a poner propuestas sobre la mesa de [la concejala de Empleo] María Jesús Puchalt. Voy a intentar llegar a acuerdos en empleo y también en turismo porque creo que la ciudad tiene que crear una marca propia.

¿Ha redecorado ya el despacho de Ana Botella?

Estoy haciendo un curso intensivo porque asumo los asuntos en los que estaba trabajando Ana Botella [supuestos pagos por servicios no prestados del CEyD y otras entidades financiadas por el ayuntamiento]. Le he pedido una entrevista y seguramente quedaremos esta semana para almorzar y que me ponga al día.

¿Cree que hay algo turbio en el Centro de Estrategias y Desarrollo? ¿Compromís se les ha adelantado y lo ha denunciado?

Cuando no se habla claro, algo hay, pero lo cierto es que todavía no estoy al corriente de todo. Compromís lo ha denunciado al fiscal pero nosotros tenemos que mirar muy bien las cosas.

¿Con qué ánimo asume el cargo sabiendo que Joan Calabuig no cuenta con usted?

Lo mío es una parada en un semáforo. Lo tengo asumido. Políticamente hablando yo soy de Francesc Romeu y la cruz la llevo hace tiempo. No contamos para nada, pero aún así ayudaremos en la campaña.

¿Qué le parece la lista?

Ganar es complicado pero tenemos un buen candidato. Detrás hay gente muy válida y otra que tendrá que aprender mucho. Creo que un cambio tan brusco [sólo se han salvado dos concejales del equipo de Alborch] es una barbaridad. Lo razonable habría sido cambiar la mitad.

¿Hay vida después de la política?

Claro. La política es como una droga y al que le gusta nunca termina de desengancharse. Voy a trabajar en la campaña y luego me centraré en la empresa familiar a la que he estado dedicada los últimos cuatro años.

Fue presidenta de los vendedores del Mercado Central durante 13 años ¿Qué le parece lo que están pasando con las obras?

Es una calamidad, primero con la rehabilitación y ahora con la obras del aparcamiento, pero creo que se verán compensadas.