Son una presa fácil. Al menos seis parejas de aves rapaces están acabando con los pájaros enjaulados de la zona de la Malva-rosa. Así los aseguran los propios vecinos que añaden, indignados, que los cernícalos "ya no cazan porque prefieren atacar a las aves domésticas", que no tiene escapatoria. Al parecer las aves rapaces han anidado en lo que era una antigua sala de fiestas ubicada entre las calles Cavite e Isabel de Villena, en los Poblats Marítims. Hace dos años solo había una pareja. Hoy, los vecinos afirman que existen entre seis u ocho y ya no sacan las jaulas de sus pájaros a los balcones.

"En esta discoteca abandonada las aves tienen agua, comida y árboles. Están en un hábitat perfecto. Pero ni tan siquiera cazan. Vuelan a ras de los balcones y en cuanto escuchan piar a los pajaritos los atacan. Primero les arrancan la cabeza, y si pueden, sacan el cuerpo y destrozan la jaula. No temen a los humanos porque están acostumbrados a nuestra presencia", relatan los vecinos de la Malva-rosa.

En unos segundos

Joaquín Llovet vivió la muerte de su canario a mano de las rapaces hace veinte días y casi en sus propias narices. Este vecino relata que tardó apenas unos segundos entre que dejó la jaula del canario en la mesa del balcón y fue a vaciar la jarra de agua del aire acondicionado. El toldo de la terraza estaba bajado a ras de la barandilla, pero eso no fue impedimento alguno para que el cernícalo se colara en el ventanal y atacara a su canario. "Escuché el graznido del ave y volví corriendo al balcón, pero mi canario ya estaba aplastado contra la jaula, decapitado. Le había arrancado la cabeza", asegura Joaquín, que sigue sin dar crédito tanto a la proliferación de las aves rapaces en la zona como a la desidia del ayuntamiento al respecto.

Pedro Ferri es criador de pájaros mixtos y casi se queda sin ningún ejemplar para participar en el concurso de canto de jilgueros. "Me encontraba en la terraza, a 10 metros de las jaulas, cuando vi al cernícalo a punto de atacar. La suerte fue que pude espantarlo. Si llego a descuidarme un poco me quedo sin ejemplares. Antes los sacaba al sol pero ahora he desistido y los tengo en una jaula grande dentro de casa. No quiero arriesgarme", asegura.