La empresa de productos pirotécnicos de la familia del concejal de Alumbrado del Ayuntamiento de valencia, Juan Vicente Jurado, está ampliando y diversificando el negocio y tiene prevista la apertura de un centenar de establecimientos de venta directa en varias ciudades españolas, en concreto, Valencia, Málaga y Madrid. Garuda S.A., la pirotecnia fundada en 1980 por el concejal del PP y que en la actualidad está administrada por sus dos hijas (Mireya y Ángela Jurado Vargas), tiene previsto abrir 20 de esas tiendas en la ciudad de Valencia. Las licencias de actividad se empezaron a tramitar en septiembre de 2010 y la intención es empezar a vender en las Fallas de este año.

La empresa de la familia Jurado está tramitando en este momento en el servicio de Actividades del Ayuntamiento de Valencia solicitudes de apertura de tiendas de pirotecnia en las calles: José Ballester (número 62 bajo); Primado Reig (155), Albacete; Obispo Jaime Pérez (33); Berni Catalá (14); Santos Justo y Pastor (113); la gran vía Germanías (23), Enrique Granados (15), Fontanares (65); Sagunto (85); la avenida del Mediterráneo (19) y República Argentina (13). La última palabra de las licencias la tiene la Delegación de Gobierno.

El concejal de Alumbrado, que es accionista de la mercantil, explicó que el proyecto lleva fraguándose varios meses, pero no está resultando fácil sacarlo adelante. La apertura de tiendas de barrio de venta directa de material pirotécnico está ampara por el nuevo Reglamento de Artificos Pirotécnicos y Cartuchería que entró en vigor en mayo de 2010, pero los vecinos no terminan de verlo.

El nuevo reglamento permite la apertura en suelo residencial, comercial e industrial de locales permantenes de venta de productos pirotécnicos. La Instrucción técnica complementaria número 17 del reglamento regula las condiciones en las que se pueden vender los petardos. Los locales, entre otros requisitos, tienen un aforo limitado en función de su superficie y deben estar lo suficientemente alejados de lugares potencialmente peligrosos como las gasolineras.

La apertura de estos locales requiere de una autorización expresa del Delegado del Gobierno, el informe favorable del Área de Industria y Energía y de la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

Aunque todo está muy reglado, apuntó el concejal, hay vecinos que se oponen. El concejal atribuyó las reticencias de los vecinos "al desconocimiento de lo que se va vender allí". Se trata de petardos de clase 1, 2 y 3, es decir, para un público de entre 12 y 18 años. "Son productos pirotécnicos de uso recreativo, no de mascletà", apuntó.

La familia Jurado se ha topado con la resistencia de los vecinos en Patraix, donde tenía previsto abrir un local en la plaza Enrique Granados. El dueño del bajo -antes frutería- ha presentado una alegación al ayuntamiento solicitando que deniegue la licencia porque la empresa Garuda actuó, a su juicio, "de mala fe" porque alquiló el local con el disimulado epígrafe de "tienda de disfraces". El propietario del local aduce que el empresario no ha tenido en cuentra la cercanía a una torre eléctrica de Iberdrola y que tampoco ha presentado el plan de autoprotección, según consta en el expediente municipal.

Los vecinos afectados, tal como informó este diario, han colocado pancartas con el lema "polvorín no" en las que muestran su rechazo a este tipo de instalaciones.

En el recuerdo de los vecinos están accidentes pirotécnicos como el registrado en 2007 en la calle Azcárraga donde explotó una furgoneta cargada con el material de una "mascletà". El accidente provocó graves daños materiales en viviendas y locales comerciales y afectó a más de 200 familias.

La morosidad de los ayuntamientos fuerza a ampliar negocio

El concejal de Alumbrado y Fuentes, Juan Vicente Jurado, explicó a este diario que las empresas de pirotecnia también están acusando la crisis económica. Asociaciones del sector como Piroval manifestaron recientemente que lo están pasando mal por la crisis porque los ayuntamientos no están pagando a tiempo. "Los ayuntamientos nunca han pagado bien y ahora menos", apuntó Juan Vicente Jurado. Ante esta situación y aprovechando las opciones que ofrece el nuevo reglamento de pirotecnia, algunas han decidido reorientar o complementar el negoci con la venta directa de los productos que fabrican. Este es el caso de Garuda. La empresa de la familia Jurado está teniendo dificultades para cobrar en otras poblaciones. "En Valencia no hay queja, pero hay corporaciones que llevan sin pagar desde 2006 y, pese a todo, han seguido disparando todos estos años".