A sólo semanas de la puesta en marcha de la Fe de Malilla, el nuevo hospital de referencia de la Comunidad Valenciana, la falta de aparcamiento, insuficientemente compensada por la red de transporte público, y de accesos se revelan como uno de los talones de Aquiles de estas modernas instalaciones.

La Fe es un macrohospital en medio de la nada al que a diario acuden a trabajar o pasar consulta miles de personas, con un único aparcamiento posiblemente mal dimensionado al que se accede por una única y estrecha entrada habilitada en una vía urbana rápida (el bulevar sur).

Usuarios y personal sanitario se disputan a diario una de las plazas del único aparcamiento del complejo, que hasta hoy era gratuito, lo que provoca colas y atascos en el bulevar sur. El "parking" tiene 1.700 plazas, escasas si se tiene en cuenta que en la nueva Fe hay 8.000 trabajadores (por turnos), y ha funcionado gratis las primeras semanas. A partir de hoy se pagará a 2,5 euros la hora.

Parte del personal médico y sanitario y muchos pacientes de la nueva Fe proceden de poblaciones del área metropolitana. Bien por comodidad bien por las insuficientes conexiones de metro, usan el vehículo particular para ir al trabajo. La pregunta que muchos se hacen es "cómo se puede planificar así de mal el acceso y aparcamiento de un hospital que ha costado más de 300 millones de euros". "No hay suficientes plazas de aparcamientos", apunta una enfermera. Pero lo peor es que tampoco pueden aparcar en la calle, por que la nueva Fe está enmedio de solares sin urbanizar y su entrada principal recae a autopista urbana de cuatro carriles donde no se puede estacionar.

Los trabajadores plantean que los solares sin urbanizar se habiliten como aparcamiento provisional. "Si no, tendremos que dejar el coche en el cementerio o en la puerta a ver si así toman medidas".

Fuentes del hospital admiten que hay colas de coches en la entrada, si bien destacan que son "puntuales y a primera hora de la mañana, coincidiendo con el cambio de turno". "También ocurría [en el antiguo emplazamiento de la Fe], en Campanar", apuntan. Las mismas fuentes remiten al Ayuntamiento de Valencia, responsable del plan de accesos a la Fe de Malilla, para saber si se habilitarán más entradas al hospital. El concejal de Tráfico, Alfonso Novo, no respondió ayer a la llamada de este diario.

El nuevo hospital tiene dos accesos laterales (este y oeste) para vehículos a través de las nuevas calles previstas en los PAI de Malilla y Ausiàs March. La crisis ha retrasado cuando no paralizado estos desarrollos urbanos y los accesos no se han ejecutado, por lo que el ayuntamiento ha habilitado uno provisional en el bulevar sur.

Los vecinos de Malilla reclaman otra rotonda para evitar atascos

El plan de accesos diseñado por el Ayuntamiento de Valencia para "garantizar la movilidad de tráfico rodado" en la nueva Fe está incompleto y las consecuencias las sufren, entre otros, los vecinos de Malilla. Los coches, autobuses y taxis que llegan desde Este del bulevar sur (Ciudad de las Ciencias y Puerto) y quieren entrar al hospital sólo pueden girar en la rotonda de la Carrera de Malilla.

Esta rotonda, explica el presidente de la Asociación de Vecinos de Malilla, Alfonso Cortés, es la única conexión del barrio (23.000 vecinos) con el bulevar sur. En ella confluyen vecinos, trabajadores y personal y usuarios de la nueva Fe con lo cual "hay unos atascos impresionantes". Los vecinos recuerdan que no se ha hecho la nueva rotonda prevista a la altura de la calle Ingeniero Joaquín Benlloch, cuya apertura está vinculada a uno de los PAI pendientes, y que canalizaría el tráfico de la nueva Fe.

La entrada al acceso Este del nuevo hospital está previsto que se haga a través de la vía de servicio de la V-31 y la Este a través del bulevar sur.