Salomónico y decepcionante para los que gustan de la competición, aunque sea legítimo reglamento en mano. El jurado de calles iluminadas decidió ayer conceder el primer premio indistintamente a las dos comisiones que han convertido este concurso en una rivalidad excepcional, separados por apenas cien metros: Cuba-Literato Azorín, defensores del título, y Sueca-Literato Azorín, dominador de la especialidad hasta la llegada de los anteriores.

La polémica está servida y no está exenta de malestar. Sobre todo, en Cuba-Literato Azorín, donde el presidente José Giménez prefería considerar la realidad: "al final, lo que queda es que el año pasado ganamos y en éste, también". Pero no es satisfacción del todo. "A partir de ahora, que sea el público quien decida quien es el número uno. Nosotros lo tenemos".

La vicepresidenta de Sueca-Literato Azorín, Vanessa Lerma, aseguraba estar contena con el premio: "ha sido una sorpresa que sea compartido, pero para nostros significa muchísimo. Ganar o no sólos nos da igual porque llevamos veinte con victorias. Nos sentimos doblemente campeones: porque nuestro presupuesto era muy inferior y porque el año pasado fuimos segundos y nos hemos revalorizado. Creo que nuestra luz es más elegante, aunque cualquiera podría haber ganado".

El veredicto es polémico como nunca. Influyen todo tipo de factores, desde los emocionales a los técnicos (la portada de Sueca-Literato Azorín no se encendió completamente al paso del jurado, pero no se tuvo en cuenta). Finalmente, y mezclados y agitados todos los factores, unidos a la incuestionable calidad de los dos montajes, el jurado se decantó por el empate. Y contagió con ello a los de calles adornadas que, visto el resultado, no dio un "ex aequo", sino dos.

La Junta Central Fallera optó por respetar el veredicto y se limitó a decir que "es la decisión del jurado. Aseguran que no tenían forma de decantarse por una u otra, que eran dos montajes tan extraordinarios, que ambos lo merecían". Y el secretario general, Vicente Fayos, recordaba que "los premios ex aequos es una figura que existe y los jurados pueden emplearla cuantas veces quieran". No menos cierto es que esta decisión, de alguna forma, "mata" la competición. "La verdad es que este año no habrá polémica con el reparto del premio" decía Crespo.

A pesar de esa defensa de la decisión de los jurados, Levante-EMV ha podido saber que a los jurados de falla se les indicará expresamente que eviten la fórmula de los empates, que han proliferado últimamente en concursos de presentaciones y teatro.