«Esto pasa una vez cada muchos años y nadie está preparado. Pero son cosas que, como artistas, debemos afrontar» asegura Teresa Viguer, esposa del artista Manuel Algarra y miembro del equipo de «plantà». La de ayer fue una jornada frenética para los artistas falleros, especialmente los de la máxima categoría, dentro de un año que pasará a la historia por los enormes problemas que se han suscitado por culpa de la meteorología.

Durante la jornada de ayer se trabajo a una velocidad de vértigo y no era para menos: el sol brillaba y era necesario reparar cuanto antes los daños que han sufrido las fallas tras las muchas horas de exposición a la lluvia. Porque, aunque todas estaban muy bien tapadas, no hay ninguna que no se haya visto afectada. El agua es pertinaz y se cuela por la más mínima rendija, entra en el interior de los monumentos y amenaza su estabilidad, aunque no se teme que caigan. En la época del cartón, el temor sería enorme.

«Dos horas meando»

Los artistas tenían una tarea doble. Por una parte, eliminar el líquido del interior. Para ello, hubo que practicar agujeros de mayor o menor tamaño. Incluso se eliminaba el líquido de los espacios intermedios entre la pintura y la cobertura de cartón que se pone delante del corcho. «Esto es como si tienes una ampolla: la pinchas y tienes que sacar el agua». En Convento Jerusalén vieron como la panza del cazador empezaba a crecer más de la cuenta, por lo que hubo que practicarle un agujero en el bajo vientre. Con su habitual socarronería, el presidente Jesús Barrachina aseguró que «estuvo meando dos horas sin parar».

Por si fuera poco, tras la lluvia vino el sol y bien fuerte, por lo que había que restaurar la pintura antes de que empezara a desconcharse. No había falla en la que, con una mínima observación, no se notaran los «pelados».

Y para acabar la locura, hoy se espera —o se teme— que regrese la lluvia. Por lo que, con los remates ya levantados, no se puede dejar ni una rendija suelta. Las pistolas de espuma de poliuretano y silicona se vaciaron literalmente.