A lo largo de muchos años se ha venido ejerciendo la prostitución en locales y burdeles ubicados en el barrio de Velluters, actividad que caracterizó a estas calles como «El Chino». Estos locales estigmatizaron al barrio. Propietarios de locales y burdeles, chulos y prostitutas, determinaban las reglas del llamado «Chino», es decir, todo vecino que viviese al margen de estos negocios tenía que aceptar lo que ocurría y todo era normal, ya que el Ayuntamiento y la propia policía no decían nada, por tanto hay que entender que todo estaba en regla.

El «Chino», controlado por los dueños de estos locales y habitaciones, deja la entrada a la prostitución extranjera que llega a través de las mafias de diferentes países. ¿Cómo contactan con ellos? Sería una buena pregunta. ¿Cómo acceden a estas calles? ¿Son todos los mismos? Todas estas preguntas empiezan a hacérselas vecinos que a través de la AAVV y junto a otros movimientos ciudadanos comienzan a forzar la maquinaria, esto quiere decir que se procede a denunciar hechos que hasta entonces entendían que si esto sucedía en este barrio es que estaba todo controlado por las diferentes Administraciones.

¿Ignorancia por parte de los vecinos al pensar que tenemos unos políticos responsables que velan por el cumplimiento de las leyes y ordenanzas municipales, o pasividad ante tal situación? No importa el motivo, entiendo que la responsabilidad no es de los que están al margen de estas actividades, sino de quienes hasta ahora han consentido que locales que tenían licencias para ejercer como simples bares, hayan funcionado de manera fraudulenta.

Es cierto que se ha procedido por parte del Ayuntamiento a la revocación de licencias de actividad a locales que fueron denunciados por la AAVV en el 2005. Revocaciones que se han efectuado en el 2009 y que han concluido con el cierre de algunos de ellos.

Resulta curioso que la exigencia del Ayuntamiento al cumplimiento de resoluciones que fueron dictadas por la Delegación de Actividades en el 2007 a locales ubicados en el barrio de Velluters, hayan sido ejecutadas dos años más tarde.

¿Qué sucede en la Delegación de Actividades del Ayuntamiento de Valencia? ¿Hay una carencia de personal? ¿No existe un cuerpo de inspección? ¿O es misión de la policía Local el ejercer el control de todo tipo de irregularidades y derivarlas a las delegaciones competentes?

Lo que es cierto es que existen locales y habitaciones dedicadas al ejercicio de la prostitución que generan muchos ingresos con solo una licencia de bar, y por otra parte, hay locales que funcionaban sin licencia. Pero que más da, si las licencias que se autorizan a este tipo de negocios no corresponde realmente con la actividad que se esta ejerciendo.