En el viejo cauce del río Turia es posible degustar los alimentos y bebidas tradicionales más representativos de cada punto de la Comunitat Valenciana sin necesidad de salir de la capital. El motivo: la XXIII Mostra deVins, Caves, Licors i la XXI d'Aliments Tradicionals, que puede visitarse hasta las 22 horas de hoy.

Miles de personas acudían ayer incitadas por el buen tiempo, que despertó en ellas las ganas de pasear. Muchas decidieron aprovechar la degustación como excusa para salir, y llenaron zonas cercanas a los expositores. La música tradicional valenciana estuvo también presente ayer en el río, y una banda amenizaba a los comensales. Los productos más representados en el evento gastronómico son el vino y el embutido, aunque no faltan otros alimentos típicos. Aceite, miel, chocolate, arroz, horchata, queso o pan se alternan en los expositores junto a los licores y los vinos. Y para los que no sean muy aficionados a la carne, la muestra ofrece también embutido vegetal. "Tienes desde dulces hasta salados. Cavas, embutidos, agua, hasta caramelos para los niños. Hay de todo", declaraba Arturo Català.

El dicho "para gustos, colores" puede aplicarse a los vinos. De crianza, de reserva o selección, tintos o blancos, con madera ensamblada o con toque de frutas. Se dan las oportunidades para encontrar lo defendido por Joaquín Martínez: "un buen vino es el que te gusta a ti". Carlos Roldán explica que el vino se elige en función de la temperatura ambiente: "Con el calor, la gente va buscando más vinos blancos", pero cuando llega la noche, los protagonistas son los tintos.

La mayoría de los asistentes no acudió para comprar, sino para pasar el día. "Sales a pasear y decides ir a degustar un poquito de todo", afirmaba Francesc. Benjamín Gil no se ha perdido ninguna muestra: "Compramos el vino en diferentes sitios, y pasamos aquí la mañana, en armonía". Para Emilia Lanza es una manera de disfrutar de un rato agradable con los amigos, "y el tiempo acompaña mucho", añade. "En principio hemos venido para degustar los productos de la tierra, y hacer vida social con la gente." Considera que "la oferta es muy surtida, y hay mucha variedad". Así piensa José Doménech, que se declara el máximo seguidor de la feria.

Las cazuelas de barro que reparten con el ticket de consumición se paseaban portando representantes dispares de la gastronomía valenciana, que se difunden estos días. La asistencia masiva muestra el éxito de la feria, que por las noches es aún mayor.