El Ayuntamiento de Valencia debe a sus proveedores más de cien millones de euros y el desequilibrio entre ingresos y gastos corrientes triplica el límite legal. Así al menos lo denunció ayer el concejal socialista Juan Ferrer después de debatir en la Comisión de Hacienda los últimos informes del propio equipo de Gobierno, que no ha desmentido ninguno de estos extremos.

Según Juan Ferrer, el Informe de Tesorería presentado ayer indica que a 9 de febrero de 2011 el Ayuntamiento de Valencia debía a sus proveedores 112 millones de euros, todo ello partiendo de la base de que ahora se paga a 55 días, por lo que cuando se obligue a pagar a 3o esa cifra se incrementará notablemente, dijo.

Para el concejal socialista, esta deuda con los proveedores significa que el Ayuntamiento no inyecta a la economía las cantidades que debe y que las empresas afectadas pueden tener incluso problemas para su supervivencia, cosa que ya ocurre, recordó, con las entidades afectadas por las deudas de la Generalitat Valenciana.

Principios de estabilidad

Por otro lado, Juan Ferrer denunció ayer que el Ayuntamiento de Valencia incumple los principios básicos de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria de 2004. Según sus datos, entre los ingresos no financieros y los gatos no financieros hay un déficit de más de 84 millones de euros, lo que representa un desvío del 11,62%.

Eso supone, por tanto, triplicar los niveles de desequilibrio permitidos por la Ley de estabilidad Presupuestaria, que para este año 2011 estaría, según dice, en el 4,4%. Se aleja mucho, además, de los objetivos marcados por la Administración Central para el año 2013, cuando el diferencial debe ser cero.

Para Juan Ferrer, el Ayuntamiento de Valencia debe corregir el rumbo y no funcionar a base de rectificaciones en sus planes de estabilidad. De lo contrario, estará contribuyendo a la inestabilidad de la economía general del país.

El concejal socialista informó finalmente de que la Comisión de Hacienda aprobó, con los votos de los representantes del Partido Popular, el cuarto reconocimiento extrajudicial de obligaciones del año, por el que se han sacado de los cajones facturas de meses y años anteriores por valor de 5.669.461,44 euros, de los que 4.408.088,15 corresponden a gasto corriente y 1.261.373,29 corresponden a gasto de inversión.

La factura más antigua, según precisó, data de abril de 2009 y la más cuantiosa asciende a 1.451.766,46 euros, correspondiente al pago a Iberdrola de la electricidad consumida por el alumbrado público en diciembre de 2010.

Teniendo en cuenta los tres reconocimientos anteriores, aprobados en las comisiones celebradas en enero, febrero y marzo, el equipo de gobierno municipal ya ha sacado de los cajones en el presente ejercicio facturas por valor de 74.304.706,80 euros.

Así, según explicó Juan Ferrer, el Ayuntamiento ha reconocido en solo cuatro meses facturas impagadas por más valor que las reconocidas entre los ejercicios 2003 y 2010.