Los 1.000 m3 de arena que se han utilizado este fin de semana en el Global Champions Tour de hípica han sido objeto de polémica, y no precisamente por su calidad, sino por su futura conservación. Se trata de un material muy caro y especial para este tipo de competiciones ecuestres. Por eso, la organización la almacenará para usarla de nuevo en próximas ediciones del torneo.

Esta operación no es nueva, ya que en la anterior edición de la competición, se decidió que era recomendable conservar el material en vez de gastar cada año uno nuevo. El problema es que este año se ha cambiado la ubicación de su almacenamiento al Polideportivo Municipal del barrio de Nazaret, y a los vecinos no les ha hecho mucha gracia.

Desde la asociación de vecinos de Nazaret afirman que el gobierno valenciano "está cogiendo la costumbre de almacenar en el polideportivo cosas ajenas a su funcionamiento" y se quejan de que "se utiliza Nazaret como el cuarto trastero de los grandes eventos de la ciudad", según afirma Julio Moltó, presidente de esta asociación.

Por el contrario, la Fundación Deportiva Municipal, que es la encargada de gestionar el plan técnico del traslado de la arena, ha insistido en que esta operación no afecta en absoluto a los vecinos de Nazaret.

"No se le quita nada al barrio, ni se le priva de ningún servicio", afirma Jesús Gracia, el director técnico encargado de la operación. Además, se trata de un material que según sus propias palabras es "especial para el viento, la lluvia y que no hace polvo, además de que se reforzará con un vallado rígido y unas lonas".

A pesar de esto, Moltó destaca que la utilización del "polidepotivo más completo y grande de la ciudad para este almacenamiento es un poco heavy", además de que "están circulando con los camiones por calles estrechas del barrio y pasando por encima del césped del polideportivo para descargar la arena". Esta operación de almacenamiento se ha unido a la puesta a punto de las gradas para la Fórmula 1, con lo que, según Moltó, "están dejando al barrio aislado".

La Fundación, por su parte, ha querido recalcar que solo se usarán entre 500 y 800 m2 de los 36.000 con que cuenta el complejo, además de que se ubicará en una pista de patinaje que ya no estaba en servicio.

Material de alto valor y casi único

El hecho de guardar de un año para otro la pista de competición obedece al hecho de que no es un terreno de juego cualquiera. Dicho de otra forma, no es simplemente arena dejada caer. La pista fue adquirida cuando se firmó llegó al acuerdo para celebrar la primera edición del año 2009. Fabricada en Lyon, está considerada como una de las mejores pistas del mundo.

Entre sus componentes hay sílice y geotextil. El CES Valencia es otro de los pocos centros de salto que tienen este material para la competición. Una muestra de la calidad del mismo fue la capacidad de drenaje del que hizo gala el sábado por la tarde cuando cayó un diluvio. Otra superficie habría quedado impracticable y habría obligado a suspender la prueba grande.