Los empresarios de la Marina Real Juan Carlos I de Valencia han expresado su malestar por el estrangulamiento que desde ayer sufren sus negocios como consecuencia del montaje del circuito de Fórmula 1. De los tres accesos posibles a la dársena, sólo hay uno abierto cuando aún falta más de un mes para la celebración del Gran Premio. El daño es tal, aseguran, que los empresarios se plantean pedir compensaciones económicas por los perjuicios causados.

Ya el año pasado los hosteleros y las empresas de náutica se quejaron de los problemas que les genera el montaje del circuito. Es más, durante la presentación de la nueva Asociación de Empresarios de la Marina Real Juan Carlos I, creada por una treintena de negocios precisamente para promocionar su labor más allá del parón que sufre la dársena, pidieron públicamente medidas para minimizar el impacto del gran premio, además de eliminar barreras entre el puerto y la ciudad o nuevos muelles para el atraque de barcos.

Pero, como se temían, ha llegado la hora de montar el circuito y a falta de cuarenta días para las carreras -serán el 26 de junio- ya empiezan a sufrir las consecuencias. Ayer se cerró el principal acceso a la dársena, es decir, la entrada por la Torre del Reloj, al final de la Avenida del Puerto y, según el presidente de los empresarios, Ignacio Aliño, hace "tres o cuatro semanas" que está cerrado el del Puente de Astilleros, de manera que ya sólo queda abierta la entrada por el Paseo de Neptuno.

Además, asegura, en la señalización colocada al final de la Avenida del Puerto, se dan indicaciones para la Malva-rosa, Nazaret y el Puerto, pero no se hace ninguna mención a la dársena ni a los establecimientos que allí trabajan.

Ignacio Aliño se pregunta si en ciudades como Mónaco, donde se celebra uno de los grandes premios más importantes del mundo, se generarán las mismas molestias con tanto tiempo de antelación y se responde que "seguramente no". Así pues, en los próximos días tienen intención de reunirse con los responsables de Valmor, empresa organizadora del gran premio, para plantearles este problema y rebajar su impacto.

"La Fórmula 1 -explica Ignacio Aliño- es buena para la proyección de Valencia en el mundo y estamos dispuestos a ser generosos, pero hay que hacer las cosas de la mejor manera, sin perjudicar a terceros".

Eso significa que "no se pueden ver afectadas una zona y unas empresas de proyección turística como las que hay instaladas en la dársena", máxime siendo el turismo uno de los sectores estratégicos para el desarrollo de la actividad económica.

"Hay empresas de todo y hay que cuidarlo todo", asegura. Además, "esta situación proyecta una imagen de provisionalidad sobre la dársena que no ayuda a los negocios en plena temporada alta".

La situación es tal que "si el perjuicio es alto vamos a solicitar compensaciones económicas. Igual que se indemniza a los pescadores, pediremos que se nos indemnice a nosotros por los daños causados", aseguró.

Por su parte, fuentes de Valmor aseguraron que el montaje se está haciendo igual que el año pasado y que los cortes sólo afectan al aparcamiento, de manera que se puede acceder a pie. Aún así, se muestran dispuestos a negociar con los empresarios, a los que ya les explicaron, dicen las fuentes, cuáles eran sus planes.