Lo que en principio se planteó como una concentración en la plaza de los Pinazo en protesta por el desalojo de la acampada del 15-M en Barcelona, condujo ayer a los "indignados" de Valencia a cortar repentinamente la calle Colón en una improvisada y no autorizada marcha de protesta con cerca de 5.000 participantes, que fue tolerada sin demasiadas trabas por la Policía Nacional.

La comitiva partió pasadas las 18.00 horas de la plaza del Ayuntamiento-plaza del 15 de mayo, y atravesó la calle peatonal Don Juan de Austria al grito de "Únete, a ti también te roban". Los coordinadores de la asamblea habían pedido a lo largo de la mañana que se asistiera con flores a la concentración como símbolo contra la violencia de los Mossos d'Escuadra. Sin embargo, la iniciativa no fue demasiado respaldada y finalmente, la mayoría de "indignados" se decidió por pitos y cacerolas con los que atronar en su caminata. Al llegar a la plaza de los Pinazo, situada frente a la Delegación del Gobierno, a los centenares de personas salidas de la plaza del Ayuntamiento se le sumaron muchas más que habían acudido a concentrarse allí directamente. Una de las presencias más celebradas de la tarde fue la de una 'xaranga' de jóvenes músicos que acompañó la protesta con temas populares como "La manta al coll" y marchas moras. Ya en la plaza de los Pinazo, que acoge también una de las salidas del metro de Colón, se corearon durante varios minutos y al compás de una potente cacerolada, consignas como "Quina vergonya, lo de Barcelona" y "Estas son nuestras armas", mientras levantaban sus manos desnudas al aire. Entre las pancartas desplegadas, "Deixeu-nos pensar en pau. Sabem utilitzar una granera", en referencia el violento desalojo de Barcelona que fue muy seguido en la acampada de Valencia por las redes sociales.

Una vez mostrado el apoyo a los desalojados surgió una voz entre el público que propuso cortar la calle Colón como muestra de fuerza social y repulsa colectiva. La sugerencia fue muy celebrada por los allí reunidos y, en pocos minutos, la muchedumbre se desplazó de la plaza de los Pinazo a la calzada, impidiendo la circulación del tráfico en una de las rúas más transitadas de la ciudad. Pese a lo inesperado de la ocupación ciudadana, la Policía Nacional allí presente, y con los cascos antisdisturbios ya colocados, no se opuso en un primer momento a la invasión de la calle y sólo comenzó a poner impedimentos cuando los manifestantes quisieron recorrer toda la vía. Así, durante varios metros, los portavoces de la asamblea tuvieron que negociar el recorrido con los agentes de seguridad, quienes, finalmente, permitieron que continuara la marcha sin más sobresaltos. De hecho, los agentes fueron los otros protagonistas de la tarde, y se les dedicaron lemas como "No tenéis esposas para tantas manos" y "Únete, policía". Además, se les obsequió con flores, un gesto ya habitual de los acampados. De esta forma, y con la integración en la protesta de muchos transeuntes espontáneos, una marabunta humana invadió Colón durante 40 minutos con gritos y momentáneas sentadas en distintos puntos de la calle. Tras un última parada frente a la Estació de Xàtiva, los manifestantes regresaron al ayuntamiento, para la habitual asamblea.

Los acampados reciben con humor una tromba de lluvia en plena noche

Ni siquiera la intensa lluvia que cayó sobre la ciudad de Valencia la pasada noche logró mermar el espíritu lúdico y reivindicativo de los acampados en la plaza del Ayuntamiento. De esta forma, pasadas las 21 horas, cuando la tromba de agua comenzó a caer sin piedad sobre las lonas y tenderetes de los "indignados", éstos en lugar de abandonar la zona y ponerse a cubierto, opción que parecía la más prudente y previsible, decidieron acoger con muchas risas y diversión el chaparrón y permanecer en la plaza disfrutando de la momentánea tormenta. Para ello, y tras poner a cubierto el material eléctrico y tecnológico, desplegaron un gran plástico en el suelo de la explanada que ocupan y se dedicaron a deslizarse por ella al grito de "Esto es la Fórmula 1". Algunos, los más entusiastas, incluso se quedaron en ropa interior mientras tarareaban y saltaban bajo la lluvia completamente empapados.