Un funcionario del Ayuntamiento de Valencia se enfrenta a una condena de dos años y medio de prisión por cobrar para agilizar la concesión de licencias de aperturas. El acusado presuntamente estafó al exjugador del Levante Edwin Congo y a un hijo del empresario Francisco Roig. El procesado, Ernesto P. A., ya fue condenado hace cuatro años a dos años de cárcel por otra estafa. Antonio Ernesto P. A. trató de justificarse ayer en el juicio, que se está celebrando ante un jurado popular.

El acusado es funcionario de carrera del Ayuntamiento de Valencia y estaba adscrito al Servicio de Disciplina Urbanística con categoría de inspector de obras. En concreto, se dedicaba a supervisar la conservación de los edificios y de solares en el departamento de ruinas.

El imputado, que se encontraba de baja por enfermedad desde octubre de 2008, presuntamente contactó con diversas personas que eran titulares de establecimientos comerciales en Valencia y que tenían problemas para obtener la licencia de apertura. Según la acusación, el procesado se hacía pasar por inspector con capacidad para decidir sobre las licencias de apertura y se ofrecía para gestionar los trámites de forma rápida y efectiva a cambio de dinero.

Ernesto P. A. se desplazaba en un vehículo oficial con los anagramas del Ayuntamiento de Valencia para engañar a las víctimas.

El acusado, tras cobrar el dinero, recababa alguna documentación para simular que estaba interesados en el asunto. Después, dejaba de tener relación con los comerciantes y empresarios, y no realizaba ninguna gestión en el Ayuntamiento de Valencia para tramitar las licencias. Para disimular, en alguna ocasión se informaba del estado de tramitación del expediente administrativo.

El acusado presuntamente cometió la estafa entre los años 2008 y 2009. En el mes de enero de 2008, el funcionario contactó con la persona que regentaba el restaurante Capriccio del Cardinale y se ofreció a agilizar el trámite de la licencia de actividad. Así, la víctima le entregó 2.500 euros en febrero de 2008, 500 euros en mayo y otros 500 euros en junio. El procesado no realizó ninguna gestión.

En marzo de 2008, siempre según el fiscal, el dueño de la tienda Look Fame negoció con el acusado, que se ofreció a abaratar los trámites de apertura a cambio de dinero, siempre según la acusación. La víctima le entregó 2.400 euros y no consiguió la licencia.

Dos meses después, la propietaria de la cafetería Serapia le pidió al procesado que pusiera en regla los permisos y licencias del local. La mujer le entregó 1.150 euros y el imputado se limitó a examinar el expediente e informarse de las deficiencias existentes, sin efectuar gestión alguna para resolverlas.

En enero de 2009, el acusado se reunió con el administrador de la empresa Paint Network S.L., que regentaba un negocio de hostelería en la calle Císcar de Valencia y que estaba clausurado al carecer de licencia de actividad. El funcionario, siempre según la Fiscalía, se presentó como jefe de los inspectores del Ayuntamiento de Valencia y se ofreció a resolver los problemas del local. La víctima le entregó 500 euros y el procesado tampoco hizo nada.

En enero de 2009, Francisco Roig Segarra -hijo del expresidente del Valencia- le pidió ayuda al procesado para resolver unas deficiencias en la licencia del taller mecánico que tenía en el Camino de Moncada. Roig le entregó 850 euros y no le cobró la factura de reparación de su vehículo de 382 euros. El procesado tampoco realizó ninguna gestión.

En el año 2009, el imputado pactó ayudar al exjugador del Levante Edwin Congo, que era propietario del restaurante Blue Marlin en la calle Calixto III de Valencia. El acusado, aceptó gestionar la licencia a cambio de 3.500 euros.

El Ayuntamiento suspendió al procesado de funciones el 20 de febrero de 2009. La condena por la otra estafa es de la Audiencia Provincial de Murcia y es firme.