Degustar una hamburguesa vegetal de soja en el Jardín del Turia mientras se escucha la música en directo de un grupo folk valenciano es algo que sólo es posible realizar una vez al año, el fin de semana que se celebra la Feria Alternativa. Más de 200 paradas de tiendas de alimentación y artesa nía y todo tipo de colectivos sociales conforman un espacio concebido para la difusión del pensamiento crítico y los estilos de vida alternativos.

Desde el colectivo Calidoscopi, el organizador del evento, aclaran que, al contrario de lo que se ha dicho estos días , no están vinculados al 15-M, ya que ellos "cuentan con su propio espacio". Respecto a la acogida del público, han señalado que en los últimos años han notado una mayor presencia de turistas, especialmente de alemanes y estadounidenes, donde la cultura vegana está bastante arraigada entre ciertos sectores sociales, lo que hace que se identifiquen con este espacio, que promociona los productos vegetarianos y biológicos.

Una de los actos que se celebró ayer fue el Día Internacional de la Mujer Tejedora. El grupo "Valencia Knits" se reunió para tejer en público en el parque del río tal y como hacen cada sábado en una popular cafetería del centro de la ciudad. Eva, una de las integrantes del grupo, invitaba a cualquiera interesado en el punto y el ganchillo a unirse a las quedadas.

Inma visitó ayer por primera vez la feria alternativa, y confesaba que le había encantado la parte de artesanía. "Quiero comprarlo todo", decía entre risas. Por la mañana había participado como monitora en uno de los numerosos talleres educativos para niños que hay programados durante todo el fin de semana. Su amiga Claudia, asidua a la feria, afirmaba que en los últimos años "el evento está mucho mejor montado", especialmente el área de alimentación. No debe ser la única que lo ha advertido ya que ayer a mediodía apenas había sitio para sentarse a comer.