La ciudad de Valencia se va a convertir del 19 al 24 de julio en un hervidero de propuestas y debates centrados en la recuperación de los espacios urbanos para las personas. Las jornadas "Comboi a la fresca" van a incluir "itinerarios sensibles" por los barrios de Russafa, Patraix o el Cabanyal (con las asociaciones vecinales como anfitriones), exposiciones, talleres e intervenciones en espacios urbanos como el solar de la calle Corona, medianeras del centro histórico (que acogerán murales de los artistas Blu, Ericailcane o Escif.

De manera simultánea, la Escola d'Art i Superior de Disseny de Valencia acogerá talleres de metodología y debates jurídicos sobre "trueque o recuperación de espacios en desuso", un debate sobre proyectos de autogestión en la periferia de las ciudades (participarán los de Sant Marcel·lí y La Coma) o sobre la propuesta de recuperar las terrazas de las ciudades como espacios colectivos, entre otras muchas actividades que incluyen cenas temáticas en diferentes espacios de la ciudad, un desayuno con viandantes en vagones del metro de Valencia), la proyección de una película en el solar del antiguo Teatro Princesa o la inauguración ficticia de la Línea 2 del metro que debería llegar a Natzaret. En total participan en el encuentro más de 50 colectivos (de Valencia pero también de otras ciudades) que intervendrán en una veintena de espacios en Valencia.

Esta espectacular movida ha sido organizada por el colectivo Comboi a la Fresca que se define como "un grupo de personas y entidades de Valencia constituido a raíz de la organización del encuentro Arquitecturas Colectivas" (que se celebra dese 2007) y que persiguen tres objetivos, aseguran. "Por un lado, queremos crear redes entre personas y colectivos de Valencia y entre éstos y el grupo Arquitecturas Colectivas; en segundo lugar, tenemos el objetivo de canalizar dinámicas urbanas mediante nuevos discursos y prácticas transformadoras tratando de ampliar el círculo de Arquitecturas Colectivas para llegar a la ciudadanía y, finalmente, difundir el potencial político real de la ciudadanía".

Todas las actividades (menos las cenas, que son a precios populares) son abiertas y gratuitas para todo el mundo hasta alcanzar el límite del aforo del lugar donde se organizan.