El ruido de coches, ascensores, puertas y escobas ha llegado a Sociópolis. Las primeras 134 casas entregadas en la promoción de La Caixa, todas ellas en régimen de alquiler, han empezado a recibir a sus primeros moradores, la mayoría de ellos jóvenes que buscan una salida a sus problemas de vivienda o ven en esta alternativa un tránsito hacia el piso en propiedad. Ilusión era, en cualquier caso, la palabra que más repetían. También demandan más servicios.

A Valerio lo sorprendimos bajando la basura. A él le ha correspondido un piso de sesenta metros al que se irá a vivir con su mujer y con su hijo de un año, una familia completa que disfrutará de una casa con parqué, salón, cocina office, dos habitaciones y un espacioso baño.

En la actualidad pagan 420 euros de alquiler por una casa algo mayor en San Antonio de Benagéber y a partir de ahora tendrá que abonar 220 más 80 de escalera. "Por este precio no encuentras nada así", afirma. Además, los tres primeros meses son gratis, lo que compensa, una cosa y otra, el tiempo de espera, que ha sido de medio año más de lo previsto.

Valerio sólo echa de menos algunos servicios básicos como colegios o ambulatorios, pues "en el pueblo (La Torre) se preguntan cómo van a poder atender a todas estas familias con los mismos medios". También les vendría bien un parque para los niños y una limpieza del entorno, algo que el Ayuntamiento, dice, ya tiene en mente. La ilusión, de todas formas, es mayor que los inconvenientes.

Ahorrar para otra casa

Juan José, por su parte, estaba en la puerta de la calle esperando que le llevaran un sofá. Su novia y él viven en casa de los padres, en Monteolivete, y ahora podrán hacer vida aparte. "Ya lo tenemos todo montado, sólo falta el agua, que la ponen mañana, y la luz, que estará la semana que viene", cuenta.

Este joven de 26 años, sin embargo, no cree que sea un piso para toda la vida, más bien cree que les "permitirá ahorrar para en el futuro, cuando pensemos en tener hijos y esas cosas, comprarnos una vivienda".

Y así un piso detrás de otro, pues las familias no paraban de llegar a este rincón de Sociópolis. En muchos casos iban los padres o los hermanos para abrir puertas y preparar cosas. Es el caso de Miguel Ángel, cuyo hijo se independizará gracias a esta concesión. Ayer ya le estaban instalando unos armarios en la habitación y él dirigía la operación. Comprobaba, además, algunos de los inconvenientes que les han puesto a la hora de instalarse allí. No podrán tender ropa ni, por lo que sabe, poner aire acondicionado en el exterior, pequeños problemas como lo "complicado" que a su juicio es llegar allí.

Por último, pudimos hablar con Belkis, de nacionalidad cubana y hermana del beneficiario de una vivienda de una única habitación. Mientras limpiaba las ventanas aseguraba que "esto ha sido como sacarse la lotería". Para él es muy importante, además, porque "vive sólo y ahora podrá traerse a su madre de 78 años. Él es el único hijo que tiene", aseguraba.

La cooperativa Hab-Co también entrega llaves

La entrega de las viviendas de la Caixa se ha simultaneado con la entrega de llaves de otra promoción también terminada, la de la Cooperativa Valenciana d'Habitatges (Hab-Co), en este caso 88 pisos en propiedad. Están terminadas, además, las de Proara (104) y Coluvamar (96).

Según informó ayer la Caixa, sus 134 viviendas tienen una superficie de entre 40 y 70 metros cuadrados con alquileres a partir de 190 euros, todo depende de que tengan una o dos habitaciones, aparcamiento y trastero. Sus inquilinos fueron elegidos por riguroso sorteo entre los 1.185 aspirantes y los contratos iniciales serán de cinco años prorrogables.

Según la Caixa, esta promoción se enmarca en el Programa de Vivienda Asequible de su Obra Social, que prevé edificar hasta 2013 un total de 3.000 pisos para jóvenes y mayores y 1.100 más para familias.

Por su lado, la promoción de Hab-Co empezó a firmar escrituras este lunes y avanza a un ritmo de diez al día, dijeron fuentes de la entidad. Ayer, por tanto, ya se habían entregado 30 de las 60 que están vendidas. Las 28 restantes esperan venderlas a raíz de que la gente conozca la urbanización y compruebe sus ventajas y sus precios, que oscilan entre los 135.000 y los 180.000 euros. En todos los casos se trata de viviendas de 80 ó 90 metros cuadrados con dos o tres dormitorios cada una.