La típica imagen de la playa de Las Arenas abarrotada en una calurosa mañana de julio contrasta con la escena que se puede observar a escasos metros de allí, en las bases de la Copa América, donde no parece haber rastro de actividad humana. Persianas bajadas, puertas cerradas, y vallas oxidadas es el aspecto que presentan la mayoría de las bases. El pasado jueves el Consorcio Valencia 2007 se reunió en el Ayuntamiento de Valencia tras casi dos años de parálisis y anunció que se alquilarían las bases vacías a empresas deportivas, culturales o de innovación tecnológica. Con el panorama que hay en la dársena del puerto parece urgente que el Consorcio haga efectiva su decisión para dar uso a un espacio de grandes dimensiones que actualmente está prácticamente muerto.

En total son doce las bases que se habilitaron para dar servicio a los equipos que compitieron en la 32ª Copa América celebrada en Valencia en 2007. Un año después, sólo los equipos Alinghi y Oracle volvieron a utilizar sus sedes para participar en la 33ª edición del torneo porque ellos fueron los únicos que se disputaron la copa de vela.

Durante estos cuatro años las bases han seguido alquiladas para un uso deportivo aunque su aprovechamiento ha sido escaso, ya que no ha habido ningún gran evento de vela que las despertara de nuevo. Aunque la alcaldesa de Valencia y presidenta del Consorcio, Rita Barberà, comentó el jueves que siete de las bases estaban ocupadas y presentaban una actividad habitual, lo cierto es que en estos días sólo parece haber movimiento en tres de ellas.

La más activa de todas es la del Iberdrola. La semana pasada el espacio acogió la presentación oficial del equipo español de vela que acudirá a los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. A lo largo de los próximos trece meses el equipo entrenará en esta base —que será su sede permanente— para preparse para la cita deportiva más importante para personas con discapacidad. La que fuera la casa del Desafío Español durante la 32ª Copa América, también acoge al Iberdrola Team, integrado por la tripulación que compite en la clase SOTO 40 de la Audi MedCup, un circuito de regatas que en España tiene pruebas en Barcelona y Cartagena, pero no en Valencia.

Junto con la base de Iberdrola también había actividad en la base de Emirates Team New Zealand y en la del Victory Challenge. Ahora trabajan en ellas otros equipos. En la primera se aloja el Audi Saling Team, que cuenta con 12 tripulantes y 6 personas de soporte y compite en la clase TP52 del circuito Audi MedCup. En la misma categoría participa el equipo que ahora ocupa la sede del Victory Challenge, el Quantum Racing. Aunque en estos dos puntos activos se podía a ver a personal de la tripulación trabajando en las embarcaciones en los muelles, los edificios —como los del resto de bases— se encontraban vacíos, hecho que podía confirmarse observando a través de las cristaleras que tienen la mayoría de ellos. En algunas puertas había colgado un papel con los datos de contacto de responsables de las instalaciones, ya que parecía evidente que nunca se les encontraría en el lugar en persona.

El guarda de seguridad de una de las bases comentó que la función primordial de la mayoría es la de mantenimiento. «Son los lugares donde los equipos llevan los barcos en la época que no hay competiciones, entre octubre y febrero», afirmó.

Pocos visitantes

Una de las bases con mayor valor estético, la del Luna Rossa, se encontraba totalmente vacía. Las escaleras mecánicas que daban acceso a la tienda llevan ya mucho tiempo sin funcionar. Sin embargo, sí que permanece abierta la tienda del Alinghi, el ganador de la 32ª edición del torneo. Su dependienta comentó que recibe a pocos clientes, en su mayoría turistas extranjeros. La poca afluencia de compradores no extraña dado el solitario emplazamiento en el que se ubica el establecimiento.

Los pescadores se apropian de una base

La calma que se respira en la mayoría de las bases de la Copa del América se rompe cuando se llega a a la sede del China Team. Allí se puede encontrar a gente trabajando, pero no son regatistas, son pescadores que han encontrado un nuevo almacén para guardar sus redes y otros utensilios, que se encuentran repartidos por el suelo del espacio. Los nuevos inquilinos se mueven con libertad, nadie les impide que ocupen la base asiática, que es la más deteriorada del conjunto. El interior ha sido vacíado y la construcción está en un avanzado estado de oxidación. Además, hay grandes cantidades de basura cuyo olor inunda el ambiente. Los cubículos que albergaban los servicios han sido destrozados y en su interior hay ropa y botellas de cerveza y otros tipos de alcohol, lo que indica que habrán sido morada de indigentes. Eso sí, la bandera china sigue ondeando y no sufre ningún tipo de desperfecto.