Tras dos años de denuncias constantes por los ruidos que generan los locales de ocio ubicados en la zona de Cánovas, la asociación de vecinos ha decidido tomar cartas en el asunto. Por ello, y tras realizar un estudio que corrobora la contaminación acústica existente, ayer entregaron en el ayuntamiento la reclamación para que los 350 metros existentes entre los cruces de cuatro calles -Salamanca, Conde Altea, Jacinto Benavente y Serrano Morales, además de la plaza Cánovas- sea declarada Zona Acústicamente Saturada (ZAS).

Los residentes en el barrio afirman que desde las doce de la noche hasta las siete de la mañana "la media de más de 65 decibelios se supera en todos los puntos, de viernes a domingo", debido a la ubicación de 31 locales y dos discotecas, que están abiertas hasta las siete de la mañana. La medición máxima registrada por el estudio es de 82 decibelios.

Desde la asociación de vecinos denunciaron, además, que solo el 20% de los locales de la zona "cumple la normativa de insonorización" ya que la mayoría de pubs "son de los años 80 y no fueron remodelados cuando salió la nueva ley". Además, aseguraron que muchos de ellos "cuentan con licencia de bar, por lo que deberían cerrar mucho antes y no tener ni música".

Horario de cierre

Los residentes también se quejaron del incumplimiento en el horario de cierre de los locales -y de las terrazas- y de la presencia de "mesas ilegales fuera de los pubs para que los fumadores se tomen su copa en la calle".

Los vecinos, además, aseguran que Cánovas "está de moda", y más si se tiene en cuenta que la declaración de ZAS en el barrio del Carmen o Juan Llorens ha trasladado más visitas nocturnas al barrio. "Ponemos denuncias, viene la inspección, cierran locales y hay tres personas más pendientes de coger el testigo y volver a abrir porque en esta zona hay fiesta desde hace 25 años. Ya está bien", aseguran los afectados.