Manos a la obra. La propuesta de los vecinos de Cánovas de declarar los cruces entre cuatro calles como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) no ha caído en saco roto. Así lo aseguró ayer la concejala de Contaminación Acústica, Lourdes Bernal, ante la petición formulada por los vecinos por los problemas de ruidos que ocasionan 31 locales -y dos discotecas- ubicados en apenas 350 metros.

"Estaremos encantados de mantener conversaciones sobre cualquier propuesta que los vecinos nos quieran formular", afirmó Bernal. La entidad vecinal presentó el pasado miércoles la solicitud en cuestión, que acompañó de un estudio realizado por la Universitat de València con mediciones realizadas durante 83 días. El informe constata que se superan los límites permitidos todos los fines de semana. La medición máxima fue de 82 decibelios.

Ahora bien, Lourdes Bernal matizó que los valores de referencia para declarar cualquier zona ZAS debe soprepasar los 45 decibelios dos veces por semana durante tres semanas consecutivas, o tres semanas alternas en un plazo de 35 días naturales y en más de 20 decibelios. "Esto obliga a hacer una combinación de los valores obtenidos tanto por semanas continuadas, como de posibles combinaciones entre semanas alternas. Eso sí, siempre en un plazo de 35 días naturales, y en todos aquellos valores que hayan superado los 65 decibelios. Hemos observado que estas combinaciones no se han aportado en el estudio, pero lo harán los técnicos municipales. Estudiaremos los resultados y trasladaremos las conclusiones a los vecinos afectados", explicó la responsable del área.

Los vecinos, por su parte, quisieron dejar claro ayer que los restaurantes de la zona no son, ni mucho menos, el problema. "Ellos recoge las terrazas a la hora y cumplen la normativa", afirmaron. El escollo, al parecer, persiste desde hace años en los locales con licencia de bar "que tiene música y no están insonorizados conforme a ley", además de aquellos "que incumplen el horario o sacan mesas ilegales fuera para los fumadores". Y por supuesto, la ubicación de dos discotecas en apenas unos metros. Las calles afectadas, aunque no en su totalidad, son Salamanca, Conde Altea, Jacinto Benavente, Serrano Morales, y la plaza Cánovas.