Cada poco tiempo el Ayuntamiento de Valencia aprueba lo que técnicamente se llama Reconocimiento Extrajudicial de Crédito, es decir, paga facturas atrasadas varios años incluso, lo que la oposición denomina facturas en los cajones. Esta práctica siempre ha sido muy criticada por el Grupo Socialista y defendida por el Equipo de Gobierno Municipal, pero la cuestión ha adquirido relevancia política después de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, anunciara "mano dura" con las administraciones que guardaran facturas en los cajones, como habían hecho -por eso lo decía- los anteriores gobernantes de Castilla-La Mancha.

Era cuestión de días, pues, que el debate aflorara en Valencia. Ayer la Comisión de Urbanismo aprobó el sexto Reconocimiento Extrajudicial de Crédito del año, lo que supone pagar 34 facturas atrasadas por un importe de 624.035 euros. En lo que va de año ya se han pagado por este sistema 1.244 facturas por un importe global de 81,7 millones de euros. Y desde 2006 esa cantidad asciende a 432 millones, correspondiendo la mayoría de las facturas a gastos corrientes como la limpieza o la luz.

Para el concejal socialista Pedro Sánchez, esto es lo que Rajoy dice que no se debe permitir. "Si quiere aplicar mano dura con quienes guarden facturas en los cajones, que empiece por Rita Barberá", sentenció.

Para el concejal socialista, está práctica demuestra una mala gestión de las cuentas públicas, pues "lo que es una medida excepcional se ha convertido en habitual" y distorsiona los presupuestos. "Si un año pagas facturas de ejercicios anteriores no puedes pagar las de ese año y la bola sigue creciendo", explicó.

De forma similar se pronunció Rosa Albert, concejala de Esquerra Unida, que echó mano de la auditoría de ingresos y gastos realizada por la Intervención General del propio Ayuntamiento para justificar su oposición. Según dijo, esa auditoría denuncia la utilización de este sistema para "enjugar la deuda y camuflar la crisis actual". "La situación económica es nefasta, pues se aplaza el problema año tras año", dijo refiriéndose de nuevo a ese documento. "No se entiende -continuó- que se pague con dos años de retraso a la contrata de la limpieza o se deba tanto dinero a Iberdrola, que son gastos que debían estar previstos".

Pero ninguna de estas críticas tienen sentido para el responsable económico del Ayuntamiento, Silvestre Senent, que ayer negó que hubiera facturas en los cajones y que, por tanto, deban darse por aludidos con las advertencias de Mariano Rajoy.

En su opinión, "facturas en los cajones son las que no se pueden pagar y se guardan en el cajón o en el bolsillo de la chaqueta, sin más". Lo que hace el Ayuntamiento de Valencia, sin embargo, "es coger esas facturas que no se pueden pagar y ponerlas en la cuenta 413, lo que significa que esa factura es pública y que la deuda está reconocida". En la actualidad, esa cuenta acumula 112 millones pendientes de pago.

"Dicen que este año van 81 millones y es verdad. Eso significa que las facturas han aflorado y se han pagado", terminó.

Los parados no estarán exentos de impuestos

El concejal de Hacienda, Silvestre Senent, dio cuenta ayer de un informe técnico municipal que constata la "inviabilidad" de la propuesta del grupo Compromís para eximir del pago de impuestos municipales a aquellas familias en las que la mitad de sus miembros estén en paro. También criticó la "confusión" que genera la oposición sobre la subida de impuestos y tasas. Según dijo, los impuestos están congelados y las tasas aumentan por debajo del coste del servicio.