Tienen el visto bueno del ayuntamiento, el suministro de agua garantizado y las parcelas de cultivo adjudicadas, pero los huertos urbanos impulsados por la asociación de vecinos de Benimaclet podrían quedarse en proyecto debido a que el propietario del solar donde se ubican, el BBVA, se niega a ceder su uso a esta iniciativa. Para garantizar que se cumple su voluntad ha contratado a un vigilante que restringe desde hace unos días el acceso a los terrenos.

«No entendemos esta decisión, se trata de un proyecto vecinal sin ánimo de lucro», lamentó ayer el presidente de la asociación de vecinos de Benimaclet, Antonio Pérez Martínez, que anunció en rueda de prensa que lucharán por llegar a un acuerdo con el banco para sacar los huertos adelante.

En el proyecto ya se han invertido más de 7.000 euros destinados al proceso de adecuación del solar, que tiene una superficie de unos 4.000 metros cuadrados y forma parte del PAI de Benimaclet Este, situado entre las últimas fincas del barrio y la Ronda Norte. Los fondos proceden de los propietarios de las 60 parcelas de huerto adjudicadas, que aportaron por ellas entre 140 y 190 euros.

El BBVA es uno de los promotores del PAI, aprobado en el año 1994 y paralizado por los efectos de la burbuja inmobiliaria. Los vecinos aseguran que la zona se ha convertido en un «estorcolero» y denuncian que se paralice su iniciativa cuando los solares están abandonados y los huertos se proyectan sobre el parque que albergará el PAI una vez que se ejecute.

La asociación de vecinos y el ayuntamiento han negociado durante unos meses con el BBVA la creación de los huertos. La entidad cívica ofreció en junio al banco pagar un alquiler simbólico por los terrenos, garantizando su devolución en el momento en que comience a ejecutarse el PAI. No recibió respuesta hasta el pasado miércoles, cuando se comunicó la denegación del permiso.

El sábado hay convocada una sesión de limpieza y poda en los alrededores del solar.