Todos utilizan la palabra rehabilitación para el futuro del Cabanyal. Tanto los que apuestan por la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar, como los que defienden reformar las viviendas y mantener el entramado urbanístico del barrio marítimo. Por ello, para el Gobierno de Rita Barberá, rehabilitar el barrio implica prolongar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar mediante el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri), que está actualmente paralizado por el Tribunal Supremo. Sin embargo, para la plataforma Salvem el Cabanyal rehabilitar el barrio implica evitar los derribos a toda costa y apostar por reformar las viviendas y adecentar las calles.

Con una misma palabra en uso pero con una visión de proyecto urbanístico bien diferente, la plataforma Salvem el Cabanyal dio ayer un paso adelante para "reconciliar posturas", tras la selección del barrio para ser incluido en el World Monuments Watch 2012. La entidad remitió ayer una carta a la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, para pedirle audiencia en aras de reconsiderar que el Cabanyal "sea un obstáculo para que la ciudad mejore su relación con el mar" y expresarle su "interés en el diálogo entre todos los agentes implicados". La entidad deja clara en la misiva su apuesta por "revitalizar, rehabilitar y regenerar el Cabanyal" como camino para el "progreso" ya que supondría "la rápida regeneración de su ambiente físico y social, además de un revulsivo para la economía".

Sin embargo, la respuesta de Barberá y de su primer teniente de alcalde, Alfonso Grau, no tardó ni 24 horas en llegar. De momento, no habrá diálogo con Salvem el Cabanyal. Es más, el acercamiento no se producirá -en palabras de Barberá- hasta que Salvem el Cabanyal "no deje la violencia absolutamente". Y es que el equipo de gobierno no está dispuesto a tolerar que personas no afines a la prolongación increpen a concejales o policías en la calle, o protagonicen acciones violentas ante los derribos que se producen en el barrio. Barberá no se mostró dispuesta a profundizar en la propuesta de Salvem el Cabanyal, ni mucho menos en recibirlos.

Sin embargo, Grau aseguró que es la "izquierda" y Salvem el Cabanyal quienes "siguen ignorando a los vecinos y mantienen bloqueadas las actuaciones para proteger y rahabilitar el barrio" ya que el Pepri "cuenta con el respaldo mayoritario de los vecinos y está avalado por 12 sentencias judiciales". Sobre la inclusión del Cabanyal en la lista del World Monuments Fund, Grau negó conocer este informe.