?Tres son sus aficiones: componer, enseñar música y leer. Es más, la lectura de la biografía de Juan Pablo II le impresionó tanto que decidió componer una obra musical sobre la vida de Karol Wojtyla para completar, en esta ocasión mediante el lenguaje musical, lo mucho que se ha escrito y publicado, con palabras e imágenes. Así explica el maestro Salvador Chuliá de dónde surgió el germen de la obra "Al beato Juan Pablo II" que se estrenó ayer en la iglesia de Santa Catalina en un concierto interpretado por la Orquesta de Cámara del Mediterráneo.

Para el maestro Salvador Chuliá, la de ayer fue una tarde especial. En primer lugar, porque se estrenaba su obra, y en segundo, porque quienes la interpretaban eran sus propios hijos. Vicente Francisco Chuliá, al frente de la dirección de la orquesta, y Ernesto Chuliá, como trompetista.

Salvador Chuliá leyó la biografía de Juan Pablo II y se emocionó. De principio a fin. Sobre todo, en el capítulo que hace referencia a la carta "El custodio redentor" (1989), misiva que coincidió con la trágica muerte del su hijo Salvador. Por ello, el tercer movimiento de la obra -titula "Redemptoris Custos"- está dedicado a este episodio. El primero, por su parte, hace referencia a la vida del papa en Cracovia, y el segundo, al dolor del beato tras la muerte de su padre y al consuelo que encontró en la lectura de diversos textos de San Juan de la Cruz. A través de la música, Salvador Chuliá describe la vida de un papa por el que el maestro siente admiración.

Y los ejecutores de la obra, sus hijos, dieron ayer el do de pecho. Dicen que de casta le viene al galgo, y este dicho, la familia Chuliá, lo cumple a rajatabla. "Tenía la ilusión de tener un hijo médico... pero los tres me salieron músicos", bromea Salvador, quien no oculta el orgullo que siente por su prole.

El concierto que acogió ayer la iglesia de Santa Catalina, además, también sirvió para estrenar otra obra de Salvador Chuliá -"Solemnidad religiosa"-, además de deleitar a los presentes con la interpretación de cinco obras más, de la mano de la Orquesta de Cámara del Mediterráneo. Y es que el maestro Chuliá ha compuesto más de cuatrocientas obras.