Músicos, profesores y padres de alumnos de centros de música y conservatorios municipales de la Comunitat Valenciana se concentraron ayer por la mañana en la Plaza de la Virgen para expresar su rechazo a los recortes en las ayudas que reciben del Consell, que han pasado de 5,15 millones de euros en 2009 a 2,3 en 2010 y 2011. Según la Plataforma de Centros de Música Autorizados de la Comunitat Valenciana (Placema) esta reducción en la financiación pone en peligro el futuro de 62 escuelas que emplean a 1.200 trabajadores y enseñan a 8.500 alumnos.

La protesta se desarrolló a ritmo de pasodoble y contó con la participación de aproximadamente 250 personas procedentes de distintos puntos de la geografía valenciana como Cullera, Montroy o Alaquàs. Desde Placema pidieron coherencia al Consell para que deje sin efecto los recortes en la financiación de estos centros. "El doble tijeretazo no es un recorte de crisis, no sabemos de ningún conseller que por la crisis haya sufrido esta rebaja en su sueldo, y menos dos años seguidos" declaró Lute Fernández, portavoz del colectivo.

Los afectados defienden que "son patrimonio cultural del pueblo valenciano" y que su oferta educativa suple "de manera eficaz y eficiente" a una oferta pública que no puede dar respuesta a toda la demanda de alumnos que quieren cursar estudios de música oficiales. En este sentido, señalaron que en el conservatorio público de Torrente se han recibido 162 solicitudes este curso para acceder a la enseñanza elemental, de las que sólo se han admitido 24.

"Estamos en funcionamiento gracias a los profesores, que siguen trabajando a pesar de llevar tres meses sin cobrar", explicaba el presidente de la Unión Artística Musical de Montroy, Luis San Jaime, que aseguró que si la situación no cambia tendrán que cerrar el centro profesional que gestionan, que cuenta con 230 alumnos.

Tras varias reuniones con Educación en las que no se llegó a ningún acuerdo, Placema solicitó a finales de agosto una entrevista con el conseller José Ciscar, pero ayer denunciaron que aún no han obtenido respuesta. Al término de la concentración se solicitó a los asistentes que firmaran una carta de adhesión contra de los recortes.