La crónica de una muerte anunciada, la del Museo Valenciano de Historia Natural de la Fundación Entomológica Torres Sala, se escribió ayer en el Ayuntamiento de Valencia, en presencia del consistorio y la Generalitat, pero con la ausencia de la Diputación. La junta de patronos de esta fundación privada sin ánimo de lucro, de la que forman parte las tres Administraciones valencianas, acordó el cierre de un museo que cada año visitan 7.000 escolares y aprobó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de urgencia para despedir a tres de sus cuatro empleados. Sólo quedará un conservador para mantener las 220.000 muestras de insectos y moluscos que alberga el tercer mejor museo de Ciencias Naturales de España.

Esta sala expositiva que lleva 33 años en un pequeño local municipal del Paseo de la Petxina —que apenas le permite mostrar el 7 % de sus fondos—, bajará la persiana el viernes 9 de diciembre. Se convertirá así en el primer museo de Valencia víctima de los recortes e impagos de las instituciones públicas.

La Fundación, que se nutre fundamentalmente de las subvenciones del ayuntamiento, diputación y Generalitat, vivía al limite por la disminución de las ayudas. Entre 2009 y 2011, Consell y consistorio han reducido sus aportaciones un 72%, al pasar de 72.336 a 20.000 euros. De los tres patronos económicos, el único que está al día en los pagos es el ayuntamiento, mientras que la Generalitat adeuda 65.000 euros por las ayudas de este año y del pasado. La Torres Sala, que lleva el nombre entomólogo valenciano que fundó el museo con la donación de su importante colección privada de mariposas y escarabajos, para poder subsistir ha tenido que solicitar un crédito de 35.000 euros con una garantía de pago de la subvención del Consell.

A estos recortes y retrasos en el ingreso de las ayudas se suman los impagos de la Diputación, que lleva tres años sin abonar su aportación de 24.000 euros anuales a la Fundación por la conservación y divulgación de la colección malacológica Siro de Fez, propiedad de la corporación provincial. Con 3.500 especies de moluscos y 80.000 ejemplares de la C. Valenciana y de todo el mundo, la Siro de Fez es la tercera mejor colección de España.

El presidente de la Fundación por delegación de la Generalitat, Martín Quirós, explicó a la salida de la junta que el «elemento fundamental era saber si Diputación iba a pagarnos los 72.000 euros, pues debemos 35.000 y va a finalizar ya el pago». «Al no venir Diputación, las soluciones posibles no existen», lamentó.

La diputada de Cultura de la corporación provincial, Mª Jesús Puchalt, de viaje oficial a Hungría, no acudió a la reunión. «Emitimos convocatoria al presidente de la Diputación, Alfonso Rus, que es el titular en la Fundación, así como a la diputada en la que ha delegado, (Puchalt). Normalmente, cuando no se va a los sitios se suele excusar, pero...», dijo Quirós visiblemente enfadado. La representante del Ayuntamiento de Valencia en la junta, la concejala de Cultura, Mayrén Beneyto, también mostró su contrariedad por la ausencia: «la Diputación no ha venido, ni ha enviado ninguna nota, ni nada».

«Un ERE por cuatro perras»

Quirós, que recordó que «la obligación contraída inicialmente fue del ayuntamiento, diputación y Generalitat, pero ahora se pretende que trabajemos sin los fondos adecuados». Por ello, ante el abandono de la corporación provincial, la Fundación aprobó para 2012 un presupuesto de 39.600 euros, 16.000 de ellos aportados por la Generalitat y otros 6.975 por el consistorio. Con este dinero apenas se pueden conservar las colecciones, con lo que la junta tomo la «decisión, muy lamentable. de iniciar un ERE de urgencia para más de dos tercios de la plantilla», relató Quirós. «Si la Diputación no paga, se fabrica paro», añadió el ex diputado popular y miembro del Consell Valencià de Cultura (CVC).

El museo prescindirá de una trabajadora a jornada completa que gestiona los talleres y las visitas escolares, y de un puesto de administrativo a tiempo parcial que está ocupado por una persona con discapacidad, así como del conservador de moluscos, que tiene un contrato por horas. «Estamos hablando de ´mileuristas´, y en uno de los casos de 600 euros al mes... Esto es algo que visto históricamente dará risa, que hemos hecho un ERE por cuatro perras», denuncia Quirós.

El vocal de la Universitat de Valencia en la junta, el profesor Joaquín Baixeras, señaló que «la postura de la Diputación, si es que hay alguna, es difícil de entender. Se trata de cantidades irrisorias, nadie puede creer que no pueda hacer frente a ellas».