Valencia Cultural-Vía Augusta y Camino de San Vicente Mártir ha hecho pública una bula papal de tiempos de la conquista del Rey Jaime I (1238) en la que se atribuye la custodia del maltrecho monasterio de San Vicente de la Roqueta a la Santa Sede, o lo que es lo mismo, a la Iglesia Católica, según aseguró la presidenta de la entidad, Francisca Llosà. Su intención, por tanto, es pedir de nuevo al Ayuntamiento de Valencia, propietario del edificio, que lo ceda al Arzobispado de Valencia y le dé un uso sacro acorde con el origen y el destino escrito del mismo.

Para llegar a este documento, explicó Llosà, ha sido necesario seguir las escrituras del padre Castells, que citaba una bula del Papa Gregorio IX alusiva a la Roqueta. Lo primero que se hizo fue pedir al Vaticano que localizara la bula y la enviara a la entidad, cosa que ha ocurrido después de un año y medio de espera. Luego, ha sido necesario recurrir a un experto romanista para traducir el texto y conocer el contenido exacto del mismo.

En ese documento se cede la custodia del monasterio a la Iglesia, enumerando las causas por las que se adopta esa decisión, entre ellas el hecho de que allí estén enterrados los restos del mártir. Se supone, además, que esta bula no ha sido derogada por ningún otro Papa, de manera que su dictamen sigue vigente, asegura Llosà.

La asociación Valencia Cultural-Vía Augusta y Camino de San Vicente Mártir es consciente de que su valor legal 800 años después es discutible, pero sus responsables sí le atribuyen un alto valor moral.

De hecho, Francisca Llosà ya ha anunciado que pedirán al Ayuntamiento de Valencia que ceda el edificio en ruinas al Arzobispado para que se dedique definitivamente a la figura de San Vicente Mártir y no se propongan para el mismo posibles usos alejados de los que le son propios a la Iglesia.

El próximo 14 de diciembre se ha convocado una reunión de todas las entidades vicentinas para dar a conocer esta bula y firmar un manifiesta en este sentido. Así mismo, se informará de la posibilidad de analizar la bula para conocer su alcance legal.

Lo primero, en cualquier caso, sigue siendo la rehabilitación del edificio, que está siendo sometido a nuevas obras de apuntalamiento a la espera de que se confirme su inclusión en el Plan Confianza de la Generalitat Valenciana. También se espera la definición de sus usos, que aún no están definidos. La última opción que baraja el Ayuntamiento de Valencia es trasladar allí la biblioteca central, sita en la Plaza de Maguncia, aunque, por el momento, sólo es una posibilidad, aseguran desde el consistorio.