Llega diciembre y con él, la navidad llama a la puerta. Los comercios y las familias valencianas comienzan a engalanar sus casas y escaparates con decoraciones de lo más dispar. Sin embargo, en la gran mayoría de ellas existe un elemento en común: el tradicional belén.

"Más de 3.000 personas han pasado a ver el nacimiento de la Catedral de Valencia. Todo un éxito y, además, la gente se va muy contenta, feliz y satisfecha", explica Jose Luís Catalán, presidente de la asociación de Amigos del Belén.

Y es que la tradición de recrear el nacimiento de Jesucristo a parte de congregar a un gran número de curiosos y visitantes, también aglutina a decenas de "seguidores" que año tras año montan sus pequeños, aunque en ocasiones sean gigantescos, monumentos en honor al niño Jesús.

En Valencia, existen 7 belenes que con el paso de los años se han convertido en indispensables por su belleza y perfección: El de la Catedral del Santo Cáliz, el del museo Nacional de la Cerámica, el benéfico del Convento de los Capuchinos, el de las Hermanitas de los ancianos desanparados, "el más bonito, después del de la Catedral", según Catalán; el de la Asociación de Belenistas, el de la Galería Jorge Juan y, por último, la exposición de 50 recreaciones de todo el mundo del centro comercial Nuevo Centro. Una larga, divertida y abarrotada ruta de belenes solo apta para los más fans.