La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aseguró ayer que el Museo de Historia Natural de Valencia, amenazado por los impagos de la Diputación y los recortes del Consell y el Ayuntamiento, "no se va a cerrar". En el peor de los casos, dijo, la colección Torres Sala que alberga este centro se trasladaría al Museo de Ciencias Naturales situado en Viveros y la parte de investigación se dejaría en manos de la Universitat de València. "No hay el menor riesgo", aseguró tajante la alcaldesa.

La posibilidad cierta de que el Museo de Historia Natural eche el cierre se fundamenta en el expediente de regulación de empleo propuesto por la Fundación Entomológica Torres Sala, gestora del recinto, para tres de sus cuatro empleados, todo ello debido a los impagos de la Diputación Provincial de Valencia y a los recortes en las subvenciones que aporta la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia. Ayer era su último día de trabajo y en buena lógica, si los trabajadores o alguna administración no dicen lo contrario, el museo debía cerrar al público. Así lo ha reflejado este periódico de boca de los propios afectados.

El único asidero al que se cogían los defensores del museo eran las palabras de Rita Barberá del pasado 30 de noviembre en las que aseguraba que no habría cierre, palabras que ayer, después de numerosas idas y venidas, volvió a pronunciar de forma contundente. "No se va a cerrar ni mañana ni nunca, lo he dicho por activa y por pasiva, no se va a cerrar", insistió.

Para empezar, la alcaldesa de Valencia negó que el edificio del Paseo de la Pechina, número 15, sea un museo. "Es una exposición de la colección Torres Sala, que es una maravilla y que hay que investigar", puntualizó. Luego aseguró que "aunque pase por dificultades de mantenimiento, yo no digo que no, en el peor de los casos esa colección irá al Museo de Ciencias Naturales de Viveros".

Coordinación con la Diputación

Rita Barberá explicó que ha encargado al vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, que coordine a la diputada provincial de Cultura, María Jesús Puchalt, y a la concejala de Cultura, Mayrén Beneyto, para que se pongan de acuerdo y busquen una solución al problema. Según dice, "hay que hacerlo bien y hacerlo bien de una, porque los momentos son difíciles y ya no hay tanta alegría para destinar dinero a mantenimiento".

Su primer encargo será recuperar el documento de donación de la colección Torres Sala para saber qué administración tiene la responsabilidad de la misma. Quiere, así mismo, "conocer el presupuesto de la exposición permanente, tener todos los datos de la liquidación del presupuesto y solucionar el problema".

"Esto es así de fácil. Dadas las circunstancias y la necesidad de ahorrar, que vaya a sede municipal y ya está", dijo Barberá, quien añadió la posibilidad de que el apartado de investigación se deje en manos de la Universitat de València.

De cumplirse sus propuestas, la colección Torres Sala seguirá abierta al público en su emplazamiento actual o en el museo de Viveros, cuya capacidad, por otra parte, está supeditada a una posible ampliación en el recinto que ocupaba el viejo zoológico.