El Concejal de Hacienda, Silvestre Senent, aseguró ayer que el Ayuntamiento de Valencia estudia la posibilidad de cobrar una tasa a los bancos por la instalación de cajeros automáticos en la calle. Lo hizo en el debate de los presupuestos generales de 2012 después de que el grupo Compromís incluyera esta propuesta entre las medidas que podría adoptar el consistorio para recaudar fondos y así evitar el recortes de partidas vitales para la ciudadanía.

Según Joan Ribó, portavoz de Compromís, "los bancos tienen grandes beneficios y algo puede repercutir en la gente", de manera que podrían cambiarse las ordenanzas municipales para cobrar una tasa por la ocupación de espacio público.

Senent, por su lado, recordó que esta propuesta se planteó hace tiempo y fue rechazada por el Tribunal Superior de Justicia. Sin embargo, el Tribunal Supremo la avaló después, concretamente en el año 2009, y la posibilidad está abierta. De hecho, el Ayuntamiento de Valencia la tiene en estudio y podría llevarse a efecto, dijo el concejal.

Fue uno de los pocos puntos del debate en los que hubo una mínima sintonía, porque los presupuestos salieron finalmente adelante con la mayoría del PP y el voto en contra de los trece concejales de la oposición, que ya habían visto "tumbadas" las 69 alegaciones (más 10 de las entidades sociales) que pasaron por la Comisión de Hacienda.

Ayer, la concejala de EUPV Rosa Albert aseguró que estos presupuestos, cuyas líneas maestras son un descenso de la inversión del 15% y un aumento de la partida destinada al pago de la deuda, no van a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Y acusó a Senent de faltar al respeto de la oposición al empezar con los recortes sin tan siquiera haber acabado el trámite de las alegaciones.

Los tres concejales de Compromís, que se repartieron sus diez minutos de tiempo, denunciaron, por su parte, los recortes en limpieza, investigación o cultura; el despilfarro del Puente de las Flores, la iluminación y los escoltas -"Ya ni los jueces del País Vasco los llevan", precisó Ribó-; o el gasto de 3 millones en comprar casas del Cabanyal cuando el plan municipal se encuentra en "un pantano jurídico".

Finalmente, Pedro Sánchez, por el PSPV, lamentó la falta de inversión de un presupuesto "lastrado por la deuda" y pidió más dinero para ayudas sociales de emergencia, el Consejo de la Juventud o la Mostra, certamen que proponen recuperar.

Todas estas alegaciones fueron resueltas por Senent con una máxima: "las partidas se dotan de acuerdo con los ingresos". Y a la pregunta de Rosa Albert sobre los puestos de trabajo de las contratas municipales, el concejal de Hacienda aseguró no poder garantizarlos, ya que "eso depende de las empresas y los trabajadores, no del Ayuntamiento", dijo. Su misión, añadió, es "hacer más con menos" y asumió su responsabilidad "sin excusas". "Esto es lo que hay", sentenció.