El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha asegurado en una entrevista al semanario diocesano Paraula con motivo de su tercer aniversario al frente de la diocesis valenciana, que cuando se intenta «separar la fe de la cultura de un pueblo, deshacemos ese pueblo». «Lo he visto en todas partes —señala el religioso—, pero aquí en Valencia de un modo clarísimo. En Valencia la fe está unidad tremendamente a las tradiciones culturales».

«Voy descubriendo cada día más que, o la fe se hace cultura o no es una verdadera fe», explica Osoro sobre su forma de vivir la realidad festiva de la diócesis de Valencia.

En la entrevista, el arzobispo califica estos tres últimos años como «un tiempo de un enriquecimiento humano y de una experiencia eclsial extraordinaria en todos los aspectos. Se refiere incluso a su costumbre de ir a confesar los domingos por la tarde a la Basílica de la Virgen. «Para mí, las horas de confesionario son un verdadero don de Dios, (...) que me da la posibilidad de ejercer lo más hermoso y lo más bonito que Él hizo en este mundo, como fue perdonar los pecados de la gente».

«La crisis del mundo es de fe»

Monseñor Carlos Osoro también asegura a Paraula que la «gran crisis de este mundo, pero especialmente de Europa, es una crisis de fe» y «tiene que ver con haber arrinconado a Dios de la vida, de la historia».

En cuanto a la crisis económica, el prelado subraya que «el esfuerzo que hemos iniciado hay que hacerlo ahora ya mucho mayor, con más caridad pero también con más creatividad, porque lo vamos a pasar peor y nadie puede quedarse atrás». Asimismo, asegura estar sobrecogido al conocer cómo hay «gente que está prescindiendo de parte de sus ingresos para entregárselo a otras familias que están en una situación peor que ellos».