Estimada Rita Barberá:

Como alcaldesa de esta ciudad ya sabrás que Valencia y su área metropolitana beben en un 80% de las aguas del Júcar y que, además, el abastecimiento de l'Albufera depende de este río tan desconocido para una gran mayoría de los valencianos. Se llama Valencia del Turia pero respondería más a la realidad si su nombre fuera Valencia del Júcar.

Sabrás que, nuevamente, andan las aguas revueltas en la Comunidad Valenciana. Es inexplicable que nos encontremos otra vez en el punto de partida con el cambio de toma de agua en el trasvase Júcar- Vinalopó, como reclaman con insistencia y demagogia los regantes alicantinos. Apoyados por exministros, presidentas de la diputación sin competencia alguna y demás cohorte, han iniciado una guerra abierta que a nadie va a beneficiar, no desde luego a los valencianos. Para los lectores que desconozcan estas reivindicaciones, diré tan sólo que su pretensión de cambio de toma a Cortes de Pallás supondría pérdidas económicas importantes y, sobre todo, se salta a la torera lo estipulado en el Plan Hidrológico del Júcar que fija la toma en el Azud de la Marquesa. Sí, a estas alturas resulta increíble pero es así, pretender saltarse la normativa con argumentos que rozan el insulto.

El abastecimiento humano tiene prioridad en el uso del agua. La reducción de recursos para el conjunto de usuarios del sistema Júcar, si se cambia la toma a Cortes, supondría una afección directa al abastecimiento, menor en cuanto a recursos que la afección al regadío, pero económicamente podría representar un sobrecoste elevado al tener que indemnizar a los usuarios tradicionales con mayor preferencia. Esto es lo que ha sucedido en el periodo 2005-2008. El otro gran perjuicio para el abastecimiento de Valencia sería que la toma en Cortes haría inviables las previsiones de incrementos de demandas con cargo al sistema Júcar. Actualmente el abastecimiento de Valencia tiene una concesión de 3 metros cúbicos por segundo y el Plan les reconocía una reserva de 3 metros cúbicos más de posible ampliación futura. La toma en Cortes imposibilitaría cualquier ampliación de la demanda de Valencia y su área metropolitana. Es decir, seríamos los valencianos los grandes perjudicados.

Sobre l'Albufera, decir que el parque se mantiene principalmente por las aportaciones a través de la Acequia Real del Júcar y de la Comunidad de Regantes de Sueca. La toma en Cortes supondría una reducción de los recursos de estas comunidades y, en consecuencia, una reducción de las aportaciones al Parque. Esto es irrefutable. Con estos argumentos, querida alcaldesa, creo que los regantes tradicionales valencianos estamos en condiciones de pedir para 2012 que la alcaldesa de Valencia se una a nuestras peticiones y esté codo a codo con nosotros, por el abastecimiento, por seguir disfrutando de una Albufera viva, limpia.

?Portavoz de los regadíos tradicionales del Júcar y presidente del Sindicato de Riegos de Sueca