Cada vez que el cielo se encapota, en la calle Grabador Planes (en el barrio de Ayora) se echan a temblar. La finca que se ubica en el número 3 de esta vía comparte medianera con un solar sin urbanizar que se convierte en un embalse en cuanto llueve. El agua estancada provoca humedades en el interior de la finca, concretamente en el bajo donde vive Ascensión Quesada que lleva ocho años pleiteando con el ayuntamiento para solucionar el problema. Y es que las humedades han causado grietas y desconchados en la pared de su vivienda.

Sin embargo, tras ocho años de denuncias y reclamaciones todo sigue igual. El solar -sin urbanizar- es de titularidad compartida entre el ayuntamiento y un particular, y tiene un uso dotacional: o para ampliar el centro ocupacional Grabador Planes o para construir un centro de similares características.

Ascensión sabe exactamente cual es la previsión futura del solar tras mostrar los diferentes escritos que ha presentado al ayuntamiento desde 2004, y sus respectivas contestaciones. En todas sus peticiones, la mujer reclama al ayuntamiento que valle, adecente y urbanice el solar en cuestión para evitar las ratas, mosquitos y suciedad que acumula el mismo, además de intentar poner fin a las humedades que ha generado el solar en su propia vivienda, y que van a más. Sin embargo, en un informe municipal de 2007, desde el servicio de gestión de residuos sólidos y limpieza le especifican a Ascensión Quesada que "no se procederá al vallado" de la parcela. Y para argumentar la respuesta remiten a esta vecina a consultar el artículo 30.1 de la ordenanza municipal de Limpieza y Vallado de solares que especifica que se podrá eximir de la obligación de vallado "a los propietarios de aquellos solares que por sus características especiales -de situación y utilización- no sea aconsejable su cerramiento a juicio de los servicios municipales".

La parcela sin urbanizar se utiliza como zona de aparcamiento, pipican y como espacio lúdico para una falla de la zona cuando llegan las fiestas.