El Centro Social de Nou Moles, situado en la plaza de Roma, abrirá la semana que viene o, como mucho, la siguiente, después de que el pasado lunes les llegara la luz. Las obras han estado paradas un año, tal como denunció la presidenta de la asociación de vecinos, Casilda Osa, y confirmaron fuentes de la Concejalía de Bienestar Social, que indicaron que la empresa adjudicataria de las obras pidió una prórroga que les fue concedida hasta el 31 de enero de 2011.

Así las cosas, una vez la empresa eléctrica ha iniciado el abastecimiento al local, que se encuentra entre la plaza de Roma y la calle Burgos, durante la semana pasada se limpió el centro, que lleva en obras desde diciembre de 2010, y según fuentes municipales se ha procedido a la prueba de los sistemas eléctricos, de luz, de los ascensores... antes de realizar el traslado. Aún así, técnicamente la apertura del centro se podrá realizar la semana que viene, según las mismas fuentes, aunque faltará que se establezcan conversaciones entre el hogar del jubilado de la zona y el ayuntamiento "para gestionar el traslado". Osa asegura, sin embargo, que esa "mudanza" no requiere más gestiones, "porque no hay nada que trasladar", extremo que confirman también desde el propio centro de mayores de Olivereta.

Llega así al final la "odisea", según Osa, de los vecinos del barrio, que llevan más de un año a la espera del nuevo centro social, que también será hogar del jubilado. Las obras comenzaron en diciembre de 2010, y durante mucho tiempo los vecinos temieron que los trabajos se hubieran "paralizado indefinidamente". "La hierba había crecido hasta casi metro y medio y ahí no trabajaba nadie durante buena parte del año", explica Osa. Las obras estuvieron paradas, efectivamente, por problemas de solvencia de la empresa adjudicataria, pero el ayuntamiento insiste en que cuando eso pasó "las obras ya estaban terminadas, pero no podían hacer la entrega porque estaban en concurso de acreedores".

Las vallas del polideportivo

Justo al lado del centro social permanecen paradas las obras del polideportivo, antiguo pabellón Marcol. Es el proyecto más importante del Plan Confianza, e iba a ser la sede del Ciudad Ros Casares y del Waterpolo Turia, pero los trabajos están paralizados desde el pasado otoño, como informó este periódico. Los vecinos aceptan con resignación la situación pero han pedido al consistorio "que retire las vallas que están en la acera para permitir el paso". Por ahora, no ha habido respuesta oficial a la reclamación de los vecinos.