El casco histórico de Valencia celebró ayer el día grande de su patrón, Sant Vicent Màrtir, considerado el pilar fundamental del cristianismo en la ciudad. La Catedral y sus calles adyacentes fueron como cada año el escenario principal de esta veneración popular, por su relación con el martirio del santo. Pero también se honró al patrón en otros lugares vicentinos, como la Roqueta , la iglesia de San Vicente Mártir o la de Santa Mónica.

Sobre las 10.30 horas la Seo acogió una multitudinaria misa Pontifical a cargo del arzobispo de Valencia, Carlos Osoro. En esta homilía participaron el presidente de las Corts Valencianas, Juan Cotino, además de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto a varios miembros del Gobierno local. Por parte del grupo municipal socialista acudió su portavoz Joan Calabuig.

Asimismo, estuvieron entre otras personalidades la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, y por parte del Consell Maritina Hernández e Isabel Bonig. También el teniente general jefe del cuartel de la OTAN en Valencia, Rafael Comas, y el rector de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, José Alfredo Peris.

En su parlamento hacia los feligreses el arzobispo quiso destacar «tres aspectos esenciales en la vida de San Vicent », que señaló están de actualidad al guardar relación con la temática de las tres encíclicas publicadas por el papa Benedicto XVI, como son el amor de Dios, la esperanza como camino a la salvación y la búsqueda de la verdad. Indicó que estos valores han de ser asimilados por los creyentes.

Así, Osoro señaló que «el cristiano es el que mantiene viva en su propia existencia la esperanza, la vida que Dios le ha dado, venga lo que venga, como le pasó a San Vicent Màrtir».

Dios, horizonte para el hombre

Llamó a «mantener viva la esperanza que viene de Dios, sobre todo en este tiempo de desesperanzas y desilusión, que parece llevarnos al derrumbamiento». «Vivimos un tiempo en el que necesariamente no nos podemos dejar turbar sólo por las situaciones humanas que nos acontecen, es mucho más importante lo que viene de Dios que lo que viene de los hombres, porque lo que viene de Dios es esperanza y horizonte, y Dios tiene salidas para el hombre». Continuó apuntando que «nada nos podrá apartar del amor de Dios, porque es la fuerza grande, la única que puede transformar este mundo y esta tierra. Me dejo dar el abrazo del Dios, con todas las consecuencias, y hago un remite, doy un abrazo con el amor de Dios». Finalmente hizo un reconocimiento público a la Universidad Católica, una institución «que busca la verdad y hacer vivir al ser humano en la verdad».

Tras la misa, salió a la calle la imagen de madera plateada del patrón al son del himno de España y el volteo de campanas. Recorrió la calle del Mar, Avellanas y las plazas del Arzobispado y de la Almoina; pasando por la capilla donde se dice estuvo preso y el lugar en el que sufrió las torturas que le elevaron a la consideración de mártir.

EU asume la idea de dar uso social a la Roqueta

EU señaló ayer en un comunicado que se suma a la propuesta de la Asociación Cofradía de San Vicent Màrtir, de que la Roqueta sea un espacio dedicado a los más necesitados. Precisamente ayer, la presidenta de la entidad, Rosa Araixa, reivindicó de nuevo la petición que han elevado a todos los partidos y el arzobispado para convertir la Roqueta en un espacio de uso social para los más desfavorecidos y un lugar de oración para la paz. Señaló que respeta que el arzobispo hiciera en la misa un reconocimiento de la Católica, aunque puntualizó que la Iglesia debería volcarse de igual modo en la defensa de la rehabilitación de La Roqueta, que es «público, de todos» a diferencia, señaló, de la institución académica, de carácter privado. j. v. p. valencia