Un equipo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas ha demostrado la existencia de plantas de Posidonia Oceánica en el Mediterráneo occidental-entre Baleares y la Comunitat Valenciana que cuentan con más de 100.000 años de edad y constituyen, por tanto, la especie "más longeva" de la biosfera.

La Posidonia oceánica, una especie marina amenazada y endémica del Mediterráneo cuyas colonias se encuentran muy deterioradas e incluso al borde del colapso por la construcción de puertos deportivos, la contaminación y otras alteraciones de origen antrópico, a las que se suma el calentamiento progresivo de la temperatura del agua en el Mediterráneo, se ha revelado como la planta viva más antigua que existe pese a su complejo sistema de reproducción y a la presión que está siendo sometida por el hombre.

El informe, publicado en la revista "Plos One", desvela que los rizomas de la Posidonia ocupan lentamente el espacio hasta extenderse varios kilómetros, produciendo millones de plantas a partir de un mismo clon.

Según Carlos Duarte, investigador del CSIC, "los rizomas leñosos son muy resistentes a la degradación y mantienen las conexiones con el mismo clon original durante miles de años". Además, explica el científico el genoma de Posidonia es "muy conservativo y resistente a las mutaciones".

El escaso crecimiento de la planta permite establecer este tipo de asociaciones a un nodo o rizoma concreto, aunque contribuye también a poner de relieve la vulnerabilidad de esta planta, que apenas se recupera tras una agresión a sus hábitats.

Para realizar este estudio, los investigadores han tomado muestras de una cincuentena de praderas de Posidonia desde Chipre al canal Balear y Almería.

Tras secuenciar las plantas, los investigadores comprobaron que algunas tenían vínculos genéticos -clones o genotipos comunes- pese a estar separadas por hasta 10 kilómetros de distancia.

Tras el descubrimiento, los autores de trabajo desarrollaron un modelo para simular el crecimiento clonal y comprobar si era posible que a pesar de las mutaciones se pudiera comprobar y datar un mismo clon original.

El estudio, según sus autores, no solo ha permitido datar la antiguedad de algunas plantas de Posidonia como las más longevas conocidas en el Planeta sino que se demuestra cómo se ha subestimado de forma sistemática la edad de los organismos clonales que representan la mitad de la producción primaria de la biosfera.

En este sentido el CSIC propone seguir investigando en "la prolongación de la vida asociada a la clonalidad y en sus posibles implicaciones ecológicas y evolutivas".