Aunque puntual y menospreciado en el debate fallero, la contaminación es un elemento importante durante la semana de Fallas y muy especialmente en la noche de la «crema», cuando se convierten en ceniza y humo los 760 monumentos de la ciudad. Todos los informes oficiales así lo atestigua y los datos del Ayuntamiento de Valencia relativos a la noche del lunes lo confirman. El número de partículas en el aire se dobló durante cuatro horas y hubo picos en los que se multiplicó por diez.

Hablamos en concreto de las PM 10, que son partículas en suspensión de un tamaño inferior a 10 micras, es decir, que pueden llegar a los pulmones y ser perjudiciales para la salud, sobre todo la de los asmáticos y los niños.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 20 microgramos por metro cúbico el límite máximo recomendado y en Valencia lo normal es movernos en una horquilla de 15 a 20 microgramos por metros cúbico, según aseguró ayer la Concejalía de Sanidad.

Estas cifras, sin embargo, se disparan durante la noche del 19 de marzo, cuando se celebra la «crema» y toneladas de madera, cartón, resinas y poliespán, se convierten en humo y cenizas.

Según los datos facilitados ayer por la Red de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Valencia, entre las diez y media de la noche y las dos y media de la madrugada, la media de partículas se situó entre 40 y 50 microgramos por metro cúbico, el doble de lo permitido por la OMS y de la media de Valencia el resto del año. Es más, en esas cuatro horas hubo picos, seguramente coincidiendo con los momentos de fuego, en los que lo horquilla se disparó hasta los 100-150 microgramos por metro cúbico, diez veces más de habitual.

Este año, no obstante, la ciudad ha tenido un aliado en su lucha contra la contaminación que ha sido la lluvia, y es que a las 2,30 horas, hora a la que aproximadamente empezó a llover en Valencia y su área metropolitana, los valores cayeron de nuevo a la normalidad de los 15-20 microgramos por metro cúbico.

El resto de contaminantes, según las fuentes municipales, no experimentó aumentos significativos, manteniéndose siempre en valores admitidos por la legislación vigente.

El consumo de agua bajó en el fin de semana por el éxodo de valencianos

«Quienes realmente aumentan los índices de consumo de agua son los residentes. Por eso este año, a pesar de la gran afluencia de turistas, las cifras no se han disparado». Desde Aguas de Valencia, la empresa que presta el servicio de aguas a la ciudad, se valora de así que en los días de Fallas apenas se haya registrado un leve aumento del consumo de agua respecto a la dinámica del resto de días de marzo. Según los datos facilitados por la concejalía de Residuos Urbanos, los metros cúbicos consumidos en el área metropolitana de Valencia descendieron continuamente desde el día de la «plantà», cuando se suministraron 291,005. A pesar del incremento de utilización de agua que se experimentó en los comercios debido a la recepción de turistas, en los días más multitudinarios de Fallas, el 17 y el 18, el consumo solo creció ligeramente si se compara con el del resto de fines de semana. Destaca también que en San José hubo un uso menor de agua que los otros dos lunes del mes. j.p. de la cruz valencia