Los Príncipes de España presidirán en Valencia el próximo 17 de abril uno de los actos programados con motivo del V Centenario de la fundación del nuevo Hospital General de Valencia, erigido tras incendiarse en 1445 el que promoviera en 1409, el Spital de Folls, el mercedario P. Jofré.

En dicho acto se rememorará la gran labor realizada a través de su historia por este hospital, antes llamado Provincial, y se rendirá homenaje al personal médico que trabajó a favor de la sociedad valenciana, siendo uno de los homenajeados el doctor pediatra Ramón María Gómez-Ferrer (1862-1924), médico pediatra, quien a los 19 años ya había obtenido su licenciatura en Medicina, alcanzando el doctorado a los 33 años.

Destacó el doctor Gómez-Ferrer por su heroico comportamiento en la epidemia de cólera que sufrió Valencia en 1885, desarrollando por entero sus tareas de médico en la misma calle, con evidente riesgo de su vida. Fue médico del Cuerpo Municipal de Sanidad y del Hospital Provincial, plaza que ganó en 1886. También obtuvo plaza en la Facultad de Medicina de Madrid. Posteriormente, fue nombrado médico director del Asilo de San Juan Bautista. Ganó después las plazas de catedrático de Enfermedades de la Infancia de Valencia, Barcelona y Granada, pero eligió quedarse en Valencia. Participó con sus investigaciones en numerosos congresos de medicina nacionales y extranjeros.

Se preocupó especialmente de los niños de las familias más pobres y modestas, convirtiéndose en un ídolo de las madres desde todos los puestos médicos que desempeñó. A muchísima gente necesitada atendió gratuitamente. Pugnó porque los niños tuvieron atención y hospitales especializados para ellos, donde se recuperaran física y anímicamente y que estos centros estuvieran en medio de parques y jardines.

El Dios de los Niños

Por su gran labor humanitaria y benéfica se le llamó el Dios de los Niños y Místico de la Medicina. En 1920, eran tantos los favores prestados a los vecinos de Valencia, que la corporación municipal le dedicó un monumento, que se levanta en la Glorieta, frente al Palacio de Justicia: en 1924, el ayuntamiento le concedió el título de hijo predilecto. En el expediente instruido (Libro de Actas, 1924) figuran los méritos que justificaban tal honor.

Fue nombrado decano de la Facultad de Medicina, dirigió el Sanatorio Marítimo de la Malvarrosa y durante 18 años una revista titulada «La Medicina Valenciana». Creó dentro el Instituto de Nipiología, dedicado al estudio de las primeras edades del niño, que fue pionero en España y que él mismo extendió a otras facultades de Medicina. Falleció el día anterior a la inauguración del instituto. Entre las obras que escribió destacan: «La anestesia quirúrgica en los niños» (1892) y «Necesidad de implantar en España la educación obligatoria de los niños»(1898).

La condecoración la recibirá, en nombre de la familia, un nieto del homenajeado, de nombre también Ramón Gómez-Ferrer, que trabaja en el hospital como médico especialista.