La concejala del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Pilar Calabuig, ha emplazado a la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, a que actúe "contra la ocupación de viviendas en El Cabanyal-Canyamelar, al menos, con la misma contundencia que ha aplicado en la Cruz Cubierta".

Calabuig se ha pronunciado de este modo después de los desalojos llevados a cabo en esa zona de la capital. En su opinión, "la falta de control" y de "políticas sociales" por parte del Ayuntamiento "podría desembocar en un problema grave de seguridad".

La edil ha indicado que la "ausencia de medidas podría contribuir en el reasentamiento en otras zonas de Valencia, especialmente, en los Poblats Marítims". "Los socialistas esperamos que esto no suceda y que Barberá no utilice a personas en situación de marginalidad para moverlas hacia El Cabanyal-Canyamelar y ejercer mayor presión sobre los vecinos y las vecinas", argumenta.

Para Pilar Calabuig "ya no existe la posibilidad de derivar la culpa hacia otras administraciones porque todas están gobernadas por el Partido Popular". Así pues, anunció que el grupo municipal socialista presentará una iniciativa para que el Ayuntamiento "inste tanto a la Generalitat como a la Delegación del Gobierno" para que "coordinen sus actuaciones con el municipio y asuman su responsabilidad en este terreno".

"Lo que hace falta es mayor coordinación, políticas sociales, ofertas de vivienda pública o formas de acogida para actuar contra la pobreza y la marginalidad", manifestó la concejal socialista, que advierte de que "no se pueden manipular estas situaciones tan dramáticas porque genera problemas de conciencia y situaciones de riesgo, tanto para los vecinos y vecinas como para las personas que ocupan los inmuebles".

Campaña de un año

Los temores del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Valencia están en los desalojos practicados esta semana en la calle Moncayo (ocho inmigrantes que ocupaban cuatro viviendas abandonadas) y en el anuncio de la Policía Nacional de que a lo largo del último año se habían desalojado 26 viviendas y 14 locales con más de doscientos ocupantes, campaña que habría terminado con las ocupaciones ilegales de viviendas en el entorno de la Cruz Cubierta. Calabuig teme que estas personas se desplacen al Cabanyal aprovechando la degradación del barrio y acaben empeorándola, todo ello con el beneplácito municipal.