La Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de la UGT-PV salió ayer en defensa de los trabajadores de la planta de Hornillos y aseguró que el cadáver del niño Johan David no se localizó en la cinta de separación de residuos porque va sobrecargada y reveló que, en algunos casos, se está incumpliendo la ley porque se embala basura sin tratar.

Los trabajadores explicaron que "hay dos posibilidades de que el cadáver de un niño de tres años haya pasado desapercibido en la línea de tratamiento: Una es que, como ocurre muy a menudo, la línea vaya sobrecargada o a mayor velocidad de la establecida, lo que hace imposible su detección por parte de los operarios, ni de nadie, debido al aluvión de residuos"; y otra que la basura "fuera directamente embalada y pasara al vertedero directamente, a pesar de que es ilegal según la normativa vigente", lo que igualmente sucede "cuando hay acumulación en la entrada de residuos".

Los trabajadores contestaron a la presidenta de la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos (Emtre), María Ángels Ramón-Llin, quien pidió una investigación sobre lo sucedido y apuntó que "se actuará si corresponde en las responsabilidades en las que haya podido incurrir" la gestora de la planta de Quart de Poblet. Los trabajadores también exigieron a la Emtre que depure responsabilidades y esclarezca qué ocurrió y ocurre "habitualmente" en la planta.

El portavoz de Los Verdes del País Valencià, Joan Francesc Peris, dijo que el caso de Johan David demuestra que "hay mucha basura sin tratar que acaba en vertederos de rechazos o directamente en suelo agrícola".

"Cuando a los vecinos del Área Metropolitana de València se le ha subido el precio de la tasa de la basura con la excusa del tratamiento de los residuos, este desgraciado hecho luctuoso cuestiona una vez más la nefasta gestión del PP en política de residuos", dijo Joan Francesc Peris.