El último intento del Ayuntamiento de Valencia y los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) por llegar a un acuerdo sobre la rebaja salarial acabó en fracaso, lo que significa que hoy mismo se pondrá en marcha el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 208 empleados.

En términos generales el conflicto parte de una reducción de diez millones de euros en el presupuesto de la EMT y la consiguiente necesidad de rebajar costes salariales. La empresa propone una reducción del 8,5 % más el recorte de varios complementos, lo que totaliza una bajada de alrededor del15 %, calculan los sindicatos. Por su parte, el comité de empresa acepta como tope una reducción salarial del 5%, que es lo que ha bajado el sueldo de los funcionarios.

Desde que se planteó el conflicto se han celebrado una veintena de reuniones sin que las partes consiguieran acercar posturas, lo que llevó al Ayuntamiento de Valencia a anunciar un ERE de 208 trabajadores y a los sindicatos a poner en marcha un calendario de movilizaciones que en su última fase se acentuó. Coches boicoteados y miles de pegatinas con el lema "Rita no paga a sus trabajadores" fueron las principales manifestaciones del mismo, llegando a provocar un sonado enfrentamiento de la alcaldesa con una conductora de autobús a la que llamó "sin vergüenza" por decir, en referencia a las pegatinas, mentiras.

Ayer era, pues, el último intento por resolver el conflicto y tampoco se consiguió. Ni siquiera avanzaron en la idea de nombrar un mediador para resolver el conflicto. Aunque los sindicatos proponen al director general de Trabajo, Joaquín Vañó y el concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo, no le pone objeciones, "lo cierto es que en este aspecto tampoco se ha avanzado", reconoce la propia EMT en un comunicado.

En ese documento, la empresa recuerda también que la reducción salarial tiene como único objetivo evitar los despidos y denuncia "la actitud insolidaria de los sindicatos", que "no ha permitido alcanzar tan esperado punto de consenso". Así pues, la empresa anuncia que hoy mismo será notificado a los sindicatos el inicio del Expediente de Regulación de Empleo, que afectará, dice, "a más de 200 trabajadores".

Ahora se establecerá un nuevo calendario de negociaciones "para estudiar los detalles del procedimiento en un plazo máximo de un mes". Y "después de este periodo y de no haber alcanzado un acuerdo que impidiera el ERE, el proceso finalizará el próximo 7 de agosto", asegura la dirección de la empresa, que expresa su voluntad de "seguir trabajando en positivo" para conseguir un acuerdo y que "el número de afectados sea el mínimo".

Por su parte, Vicente Moreno, presidente del comité de empresa de la EMT, se mostró indignado por este comunicado, pues, a su juicio, es "un incumplimiento más de la empresa", con la que habían quedado en reunirse mañana antes de poner en marcha el ERE. Y en referencia a la reunión de ayer, Moreno aseguró que fue "corta y tensa", un auténtico "diálogo de besugos" en la que ninguna de las partes cedió nada.

El presidente del comité de empresa asegura que aceptar una reducción del 5% después de dos años de salarios congelados "es un gran esfuerzo por parte de los trabajadores", sobre todo teniendo en cuenta que ellos no están afectados por las reducciones salariales impuestas a los funcionarios.

"Nos quieren cascar"

Tampoco entiende que se les amenace con un ERE después de que la alcaldesa de Valencia dijera que en el Ayuntamiento no se iba a despedir a nadie, como no comparten la idea de que los nuevos trabajadores cobren menos o que se privaticen algunos servicios, que en la práctica supone "los mismos costes más los beneficios empresariales".

"Está claro que es una decisión política y que nos quieren cascar a los trabajadores", asegura Moreno, que después de levantarse de la mesa con la idea de seguir negociando el viernes y ver ahora las declaraciones de la dirección de la empresa se convence aún más del ataque que están sufriendo. "Están jugando con el pánico de los trabajadores y no vamos a tolerar la coacción para que aceptemos un acuerdo que nadie podría aceptar", dijo visiblemente enojado. Está por decidir qué camino seguirán ahora.