Valencia ayer no pegó ojo. Decenas de miles de personas salieron a la calle para disfrutar de la «Gran Nit de Juliol», uno de los actos centrales de la Feria de Julio, que este año ofrecía exposiciones abiertas hasta la madrugada, música, pasacalles y espectáculos de luz y color, entre otros actos. Durante todo el día valencianos y turistas disfrutaron de una programación cultural que, por momentos y zonas, llenó tanto las calles de gente que parecía Fallas.

Todo comenzó desde bien pronto. A las 12 horas, todos los que se acercaron a la playa pudieron ver en primera persona algunas elaboradas esculturas de arena. Después, la fiesta se trasladó al centro, porque a las 13 horas se prepararon varias paellas gigantes que se ofrecieron a los viandantes. A las 18.30 horas dio comienzo un mercadillo de artesanos y mercaderes que trasladó la plaza Músico López Chávarri, en pleno corazón del Carmen, a la Edad Media.

Pero el plato fuerte llegó por la noche. A partir de las 20 horas, un pasacalle de cornetas y tambores por los alrededores de la Catedral y la Basílica dio comienzo a los actos lúdicos y culturales más esperados. Entre ellos destacan la «Muixeranga» de Algemesí, frente al Centro Cultural Bancaja a las 23.30 horas, y un desfile de muñecos hinchables, con efectos de humo y luz, que recorrió la calle de la Paz desde las 22.15 horas precedido por la Federación Provincial de Tambors i Bombos de Valencia.

Museos abiertos hasta las 2

Además, los museos municipales —el Museo Histórico Municipal, L’Almoina, Las Rocas y el Museo de la Ciudad—, así como la Lonja y el propio centro de Bancaja permanecieron abiertos hasta las 2 de la madrugada. Se consiguió así aunar cultura y ocio en una noche que volvió a congregar a decenas de miles de valencianos. En algunos de los museos, como en el de Historia de la Ciudad, hubo actuaciones de música. El año pasado hubo 70.000 participantes, según datos del propio ayuntamiento, que al cierre de esta edición no tenían aún una estimación.

En total, fueron 25 las actividades que convirtieron Valencia en un auténtico teatro al aire libre. Familias enteras salieron a pasear por el centro de la ciudad para disfrutar de un evento que lleva varios años aumentando exponencialmente la oferta de ocio nocturno de Valencia.