l nuevo edificio que albergará la Fundación de Investigación del Hospital Clínico Universitario de Valencia, pegado a la Facultad de Medicina y encima de la cafetería del centro sanitario, muestra ya el esqueleto y no llega a las cinco plantas que lo componen. Con un presupuesto base de licitación de 2.640.386,15 euros, las obras de remodelación y adecuación salieron a concurso hace justo un año para una duración de 18 meses, en plena crisis económica, y se presentaron alrededor de cuarenta empresas.

El centro estará destinado a investigación médica, tras once años en unas instalaciones provisionales, en dependencias del Clínico. La relación con la Universitat de València, y en especial con Medicina, ha permitido adscribir a la fundación un conjunto de grupos de investigación de excelencia de ambas instituciones.

Sin embargo, esta sinergia no ha facilitado que las 400 personas que trabajan en la entidad sin ánimo de lucro, muchos de ellos investigadores y profesores de la Universitat, reubicaran sus laboratorios en la facultad en vez de construir otro edificio. La rehabilitación del antiguo centro protegido, concluida en 2009, costó a la Conselleria de Educación unos 60 millones de euros.

Más si se tiene en cuenta que en estos momentos existen edificios universitarios vacíos y disponibles en la ciudad de Valencia.

Mientras, los 2,6 millones del nuevo centro privado, bajo protectorado de la Generalitat, se financian con dinero de la misma fundación a través de proyectos europeos, ensayos clínicos, convenios y donaciones así como en la participación de Redes de Investigación como el Caiber o el Biobanco.

La Fundación de Investigación del Hospital Clínico Universitario de Valencia gestiona la investigación biomédica del Hospital Clínico Universitario y su departamento de Salud; determinados grupos de excelencia científica de la Facultad de Medicina de la Universitat de València y del Instituto Universitario IVI. «El vínculo jurídico existente entre dichas instituciones queda patente a través de convenios de colaboración para la adscripción de grupos de investigación, espacios y equipamientos» señala la entidad en su página web.

Así, gestiona, el personal científico y de apoyo de los diferentes proyectos de investigación que desarrollan tanto los grupos adscritos pertenecientes al Clínico, a la Universitat y al IUVI, como al resto de servicios del Departamento de Salud Valencia-Clínico.

La construcción, en un conjunto protegido, se encajona en el espacio que quedaba libre entre los dos centros. Se encuentra en un edificio cuyo uso privativo fue otorgado por la Universitat en régimen de concesión por un periodo de 35 años ampliable a 50.

Con la infraestructura que se está construyendo, la fundación dispondrá de un área docente, que estará en el sótano; una Unidad de Gestión Administrativa, en la planta baja; una Unidad Terapéutica Asistencial, en las plantas primera y segunda, donde realizarán la investigación Oncológica y los ensayos clínicos de Fase 1; el área de Investigación Multidisciplinar se ubicará en las plantas tercera y cuarta, junto a un biobanco, y en la quinta estará el área de Servicios.

La escuela de Agrícolas está libre en B. Ibáñez

Este mismo curso, el Hospital Clínico de Valencia (o la Conselleria de Sanidad) ha renunciado a ampliarse en el edificio colindante de la antigua escuela de Ingenieros Agrícolas que la Politècnica de València tiene en el campus de Blasco Ibáñez, pese al convenio que se firmó y que esta universidad ya ha construido un nuevo centro para estos estudios en su campus de Vera.

Con lo cual, mientras que una fundación del Clínico y la Universitat de València construyen un nuevo edificio de investigación, a pocos metros de distancia otro está cerrado, sin uso y deteriorándose en un escenario de ajustes.