Desde una perspectiva estética, mantener las palmeras de la ciudad sin podar durante todo el verano puede que no sea lo más apropiado. Sin embargo, en la práctica, se trata de un mecanismo de prevención y defensa ante la amenaza que supone el picudo rojo.

Este temido insecto, cuyo nombre científico es Rhynchophorus ferrugineus, es capaz de provocar la muerte de las palmeras en las que se instala, por lo que la lucha de los jardineros contra este coleóptero es intensa. Sobre todo en los meses calurosos, cuando el picudo se muestra más activo.

En su búsqueda de nuevas víctimas, este insecto de origen asiático es atraído por diversos compuestos que la palmera emite en zonas con heridas, como las de las podas de las palmas, por lo que los especialistas coinciden en aconsejar que se detenga la poda de palmeras durante todo el periodo estival.

«Tenemos que evitar al máximo, hasta el más leve factor que pueda provocar que el picudo se instale en las palmeras», advierte Antonia Soto Sánchez, entomóloga del Instituto Agroforestal del Mediterráneo, de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

Esta investigadora advierte que «con la poda de las palmas se emiten ciertas sustancias de atracción para este insecto. Estos compuestos aparecen en las heridas que se producen en la base de las palmas podadas».

La profesora Soto no duda en subrayar el alto grado de peligrosidad que representa esta especie para las numerosas palmeras que están presentes en las ciudades -en el caso de Valencia representan el 14 por ciento de todo el arbolado- y resalta que «es una plaga muy grave y costosa de eliminar, que ya ha producido la muerte de un elevado número de palmeras en numerosas ciudades del área mediterránea».

Por tanto, la amenaza de esta plaga del picudo obliga a dejar sin podar las palmeras de Valencia, a la espera de meses más fríos, más adecuados para comenzar con la poda. Tal como indica esta experta de la UPV, «el momento idóneo para la poda de palmeras es durante el periodo del año en el que el número de adultos del picudo rojo en vuelo es menor. Esto suele ocurrir en los meses de diciembre y enero».

Respecto a su opinión sobre la decisión de dejar sin podar las palmeras estos meses, Antonia Soto insiste en que «el picudo es un insecto muy peligroso, y a pesar de las investigaciones y los estudios realizados, lamentablemente, estamos perdiendo la batalla contra él. Por eso, es muy importante evitar cualquier factor que favorezca la instalación del picudo rojo en las palmeras, como por ejemplo la poda durante el verano».

Se pueden cortar hojas muertas

Las hojas muertas de las palmeras, aquellas por las que ya no circula la savia de la planta, pueden ser retiradas sin peligro de aumentar la atracción del picudo rojo. Así pues, se pueden retirar las palmas muertas del árbol sin ningún riesgo. En este punto, la investigadora Soto incide en que «la poda es sólo algo estético, ya que las palmas secas no perjudican a la vida de la palmera», aunque reconoce que en caso de que la posible caída de una palma pueda ser peligroso para los ciudadanos, lo mejor es proceder a cortarla.

Por otra parte, el grupo municipal de Compromís criticó ayer que la mitad de los podadores no estarán disponibles durante el mes de septiembre y esto «ocasionará graves problemas de ramas caídas».

Palmera a punto de caerse en Viveros

Una de las palmeras ubicadas en el sector norte de los jardines de Viveros presenta una preocupante curvatura a lo largo de su tronco. El peso de la parte superior de la planta, que al igual que resto de palmeras del parque no se ha podado este verano, ha favorecido que el largo tallo se haya doblado, hasta el punto de amenazar con una caída. Por ese motivo, muchos visitantes consideran peligroso transitar por debajo de esta palmera, puesto que por su posición se desprende que en cualquier momento podría derrumbarse. En caso de que el elevado peso de las hojas de la palmera pueda suponer un riesgo, los expertos señalan que la mejor opción es tratar de quitar las palmas más secas, aquellas cuyo corte no atraiga al picudo rojo.

Las cifras

Palmera Mexicanas

Reducción del número de la «Washingtonia robusta»

Según los datos del Anuario Estadístico de la Ciudad de Valencia, en 2010 había 5.156 palmeras mexicanas, conocidas como «Washingtonia robusta». Según las cifras de la Concejalía de Medio Ambiente, actualmente hay 4.983 plantas de esta especie.

Palmeras Californianas

1.725 palmeras del tipo «Washingtonia filifera»

El registro de 2010 apuntaba un total de 3.052 palmeras de California o «washigntonia filifera». La Concejalía de Medio Ambiente cuenta con 1.725 palmeras de este tipo en 2012.

Palmeras Canarias

Crece el número de palmeras datileras desde 2010

En los últimos dos años, las palmeras canarias y datileras han pasado de 5.183 a 5.941 ejemplares.