Después de varios años en los que la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez y el Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral (Pepri) en el Cabanyal ha dividido al barrio, distintas entidades han enterrado las hachas de guerra y emitieron ayer un comunicado en el que pedían "una rápida regeneración, revitalización y dinamización del Cabanyal-Canyamelar". Firmaban el comunicado, de 5 puntos, la Asociación de Comerciantes, Industriales y Profesionales del Marítimo (Acipmar), la Asociación de Vecinos y Vecinas Cabanyal-Canyamelar pero también la Plataforma Salvem el Cabanyal (antiprolongación) y la Asociación de Vecinos "Sí Volem" (proprolongación).

El manifiesto conjunto reclama luchar contra la existencia de focos delictivos en el barrio, poner punto final a la degradación urbanística y social, poner en marcha un plan de rehabilitación de viviendas y uno para dinamizar, regenerar y potenciar el comercio del barrio y la búsqueda del mayor consenso posible.

Se trata, por tanto, de una tregua firmada entre las distintas entidades vecinales a la espera de que se unan otras como el Ateneo o la Agrupación de Fallas. "Estamos buscando el mayor apoyo posible", explicó ayer Vicente Gallart, vicepresidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas El Cabanyal. Cuando todos pensaban que lo complicado iba a ser que Salvem y Sí Volem se pusieran de acuerdo, ambas entidades acordaron dejar sus diferencias de un lado y trabajar para evitar que una situación que todas las partes califican como "insostenible" se solucione. "Nosotros en noviembre dijmos que no porque no nos gustaba que se criticara la prolongación, pero ahora lo hemos firmado... ellos están más contentos que nosotros", indicó Amparo Moliner, presidenta de Sí Volem, mientras que Faustino Villora, portavoz de Salvem, señalaba que la división generada en el barrio "ha sido artificial". "La situación es muy difícil y ha imperado el sentido común en todos", comentó. Finalmente, Emiliano García, presidente de Acipmar, dijo que el comunicado era "una excelente noticia".

En cualquier caso, en el comunicado, que se acordó, según pudo saber este diario, en una reunión celebrada el jueves por la tarde, se indica que el manifiesto "no supone para ninguna de las organizaciones firmantes la renuncia a otras iniciativas que pueda emprender por separado para defender sus legítimos puntos de vista sobre otras cuestiones conflictivas que han sido dejadas al margen del mismo".

Este fue el párrafo que citó el vicealcalde, Alfonso Grau, ayer en el pleno del Ayuntamiento de Valencia para dar a entender que los vecinos no cuestionan la prolongación y que por tanto seguirán adelante en el momento que logren que Madrid revoque la orden del ministerio de Cultura de 2009 que ordenó suspender los derribos por constituir expolio. Grau intervino al hilo de una moción del PSPV (que fue rechazada por el PP) instando a Barberá a acatar la sentencia de la Audiencia Nacional que avala la orden ministerial.