Los referentes urbanos a los grandes eventos deportivos se pierden en Valencia. El ayuntamiento del "cap i casal" ha informado esta semana en contra de la solicitud de licencia ambiental que tramita el titular del circuito de "minicoches" ubicado en la calle Marcos Sopena, al lado de la marina real Juan Carlos I y del circuito de Fórmula 1.

Esta atracción fue instalada en el solar municipal de las piscinas olímpicas como una de las actividades lúdicas vinculadas al gran premio de F1. El circuito de "karts" fue promovido por Valmor, la empresa de la F1. De hecho, el recinto utiliza la imagen del circuito urbano, en concreto, la del puente giratorio, como reclamo.

Aunque la celebración en Valencia de la prueba automovilística se desdibuja tras el anuncio del magnate de la F1 Bernie Ecclestone de que dejaba a Valencia fuera del calendario de las carreras en 2013, parece que el dueño del circuito de "karting" quiere mantener vivo el espíritu de las carreras y el negocio.

Sin embargo, el ayuntamiento de Valencia no se lo está poniendo fácil. Al menos así se desprende del informe urbanístico que informa desfavorablemente sobre la petición de la empresa Dealcri para la actividad de pista de "karts" en la calle Marcos Sopena.

El promotor del circuito, donde ya existe un chiringuito de bebidas, tiene intención de ampliar la actividad instalando una "carpa hostelera" para restauración y para impartir clases de seguridad víal. Empezó a tramitar la licencia ambiental en 2010.

Esta licencia, cuya concesión depende de la Generalitat, previo informe municipal, es preceptiva para todas las actividades que, como es el caso de un circuito de coches, pueden tener impacto -contaminación, ruidos, etc- en el medio ambiente.

Un entorno de alto "standing"

El ayuntamiento reclama al promotor más información sobre el tipo de actividades que piensa llevar a cabo en la carpa y si tiene previsto contar con ambientación musical.

El informe de compatiblidad urbanística exige al promotor del circuito de "karts" planos de situación y emplazamiento acotando la instalación dentro de la parcela, y superponiéndolo con el del Plan General de Ordenación Urbana así como con el plan de Reforma Interior del entorno de la Piscina Olímpica de Valencia, con el fin de definir su calificación urbanística.

El ayuntamiento quería convertir el entorno de la piscinas olímpicas y de Eugenia Viñes en una zona urbanística de alto nivel vinculada a la Marina Real Juan Carlos I.

La crisis, sin embargo, ha parado esta operación. El proyecto de las piscinas olímpicas, otro de los iconos de la etapa de Rita Barberá, fue redimensionado y de momento está aparcado.