El Juzgado de Primera Instancia número 23 de Valencia ha estimado íntegramente la demanda interpuesta por la entidad empresa Mixta Valencia de Aguas, S. A., (Emivasa) y ha condenado a un vecino de Valencia al pago de 1.058,32 euros, más los intereses desde la interpelación judicial fechada el 26 de mayo de 2011, las facturas devengadas desde el 8 de abril del año pasado y las que se perciban hasta que se lleve a cabo la retirada del contador.

Así lo determinó el titular del juzgado tras resolver el contrato de suministro de agua —suscrito por el afectado en 1961 para una vivienda sita en la calle Serrería—, tras un juicio oral celebrado el pasado 3 de julio. Además, el juez autoriza a Emivasa a que «acceda al lugar donde se halle el contador con el fin de poder interceptar el paso del agua»para hacer efectivo el cese del suministro ya que el vecino demandado por impago está «declarado en rebeldía», según consta en la sentencia. Contra el fallo cabe recurso de apelación.

Hace cuatro meses se produjo una sentencia similar aunque, en ese caso, el juzgado de Primera Instancia número 21 de Valencia solo estimó parcialmente la denuncia de Mixta Valencia de Aguas SA. En el fallo judicial —que data del 20 de marzo de este año— el juez también declara resuelto el contrato de suministro de agua y mantenimiento del contador de consumo en una vivienda sita en la calle Almirante Cadarso y condena al afectado al pago de 1.011,76 euros. Sin embargo, el juez absuelve al demandado —que se encuentra en «ignorado paradero»— del resto de «pretensiones formuladas en su contra». Contra este fallo no cabe recurso alguno.

Por último, otra sentencia —fechada el 26 de abril de este año— también se resuelve a favor de Emivasa en un fallo que cesa el contrato de suministro realizado en 1944 en un inmueble sito en la calle Esparto. En esta ocasión la multa asciende a 1.331,09 euros «como consecuencia del suministro de agua efectuado y no satisfecho».

Contratos antiguos

Desde Emivasa, S. A., aseguraron a Levante-EMV que acudir a los tribunales es la «última opción» que baraja la entidad a la hora de hacer frente a los impagos «históricos». «Cuando un caso acaba ante el juez es porque no se ha encontrado ninguna manera de hacer frente al pago, ni la situación tiene visos de resolverse. Desde Emivasa siempre se ofrecen facilidades para el cobro de las facturas emitidas, pero existen casos concretos —normalmente de contratos muy antiguos— donde no se encuentra al propietario, existe una fuga que obliga a cerrar el suministro o se trata de viviendas desocupadas desde hace años que no permiten más opción que acudir a la justicia», aseguraron fuentes de la entidad. Ahora bien, las mismas fuentes añadieron que estos casos «son los menos».