La Asociación de Vendedores del Mercado Central está ultimando una propuesta urbanística para el entorno de la plaza Ciudad de Brujas, la Lonja, los Santos Juanes y la avenida Barón de Cárcer. Se trata de una propuesta que quieren poner sobre la mesa del Ayuntamiento de Valencia y la Conselleria de Infraestructuras como alternativa al diseño para la nueva plaza de Brujas que la conselleria encargó al arquitecto Javier Pérez Igualada con motivo de las obras de la estación del «Mercat» de la línea T2 del metro.

El proyecto de reurbanización integral del entorno del Mercado Central lo coordina el arquitecto David Estal y colaboran Carles Dolç, Fernando Gaja y Joan Olmos, entre otros. Apuestan por una «estrategia» no una «intervención fragmentaria», que «vaya más allá de la colocación de bolardos» y cuya finalidad sea «humanizar este entorno monumental», donde están la Lonja (Patrimonio de la Humanidad), los Santos Juanes, el modernista Mercado Central y varios palacetes góticos.

La referencia es el Mercado de Colón, una actuación que además de recuperar otra joya del modernismo de la ciudad logró la regeneración urbanística de la zona.

Una de las ideas es sacar el tráfico del entorno de la Lonja. El ayuntamiento tiene pendiente la peatonalización de la plaza del Mercat, que siempre ha supeditado a la finalización de las obras de la estación y el aparcamiento subterráneo.

Recuperar las cuevas de San Juan

La propuesta que coordina Estal plantea eliminar el paso y la parada de autobuses turísticos por delante de la Lonja, ocultar los contenedores de basura y restaurar y dar uso a las degradadas «covetes de Sant Joan». Los expertos apuestan por la peatonalización parcial de plazas y calles que ahora «están colapsadas por los coches» como Barón de Cárcer. Se trata de crear «una costumbre de uso», de habituar al ciudadano a que determinadas calles se cierran al tráfico en determinados momentos. En Valencia, no es nuevo. Por ejemplo, el paseo de la Alameda se cierra un fin de semana para la batalla de las flores.

Los expertos advierten de un exceso de oferta de aparcamientos pues con la apertura de los de Vinatea, Linterna y el Mercat habrá más de 3.000 plazas en la zona. La propuesta de Estal plantea una solución para la conexión del aparcamiento de la estación —cuya apertura se espera para final de año— con el mercado, que no está prevista en el proyecto.