Los vendedores de top manta conocen a la perfección el horario de los agentes de la policía local. Por ello, aprovechan los cambios de turno o el descanso a la ho­ra de comer para sacar sus productos y venderlos de forma ilegal en la vía pública. El pasado mes de junio, la Concejalía de Seguridad Ciudadana inició el periodo estival con un nuevo ajuste del horario de los agentes, en aras de «sorprender» y «controlar» a los manteros. «Al adelantar o atrasar el programa establecido se controla mejor la venta ilegal ya que los ‘manteros’ desconocen a que hora llegará la patrulla y no se fían», aseguraron fuentes de la policía local. Además, y tras la agresión que sufrieron dos agentes locales en Alicante por un grupo de quince vendedores ilegales, los controles se han intensificado.

Sin embargo, los comerciantes del centro histórico —principalmente los ubicados entre la calle San Vicente y la plaza de la Reina— aseguran que los «manteros», pese a la presencia policial, «se las saben todas» y «campan a sus anchas en cuanto no hay policía en las calles». Y ya están hartos. Por ello, exigen más controles en el centro de la ciudad y que se sancione con dureza la venta ilegal para intentar erradicar esta práctica de la vía pública.

«No podemos más. Se ponen en la puerta de los establecimientos en cuanto se marcha la policía. Ocupan toda la calle, y la gente no puede ni pasar por la acera. Saben que el centro está lleno de turistas, sobre todo los días como hoy (por ayer), por la llegada de cruceristas. Estamos hartos de llamar a la policía a diario. En cuanto llegan los agentes, los vendedores de top manta desaparecen de inmediato», aseguran los comerciantes del inicio de la calle San Vicente.

Y es que los afectados aseguran que los «manteros» trabajan en función del horario de los policías. «Los ves llegar cuando no hay un solo agente. Aunque cambien los turnos o los adelanten, ellos se enteran, y a mediodía, de 14 a 16 horas la plaza de la Reina, la explanada de Santa Catalina y la ca­lle San Vicente están plagadas de mantas en el suelo con las imitaciones de los productos que vendemos en la puerta de nuestros comercios», se quejan los comerciantes tras explicar, además, que «nosotros sí pagamos alquiler de local, tasas e impuestos».

Fuentes de la policía local añadieron que, en verano, el trabajo de vigilancia del top manta es el mismo, pero «hay que tener en cuenta que la plantilla es más reducida, hay más presencia de vecinos y visitantes en las calles y el trabajo se multiplica».

Llamadas diarias a la Policía

De 14 a 16 horas

Los comerciantes afectados por la presencia de «manteros» en las puertas de sus comercios llaman a diario a la policía local, ya que los vendedores ilegales aparecen en cuanto los agentes se marchan de la zona.