Es agosto y en la protectora de animales Modepran situada en Benimàmet, están saturados por el alto número de animales que tienen a su cargo. Suele ocurrir, que durante la estación estival, se producen más abandonos y menos adopciones, según nos cuenta el director del centro, Orlando Arastey Ballester. "A lo largo del mes de julio tuvimos 80 adopciones entre perros y gatos y deberían ser más", manifiesta. "También existe la opción de adoptar temporalmente a un animal, llevándotelo a casa y cuidándolo como si de tu mascota se tratase, y pasado el tiempo, devolverlo de nuevo a la protectora, aunque en algunas ocasiones, se acaba adoptando porque se les coge cariño" apunta el director.

La protectora, aislada de la ciudad y junto a zonas de campo y huerto, está organizada en varios pasillos delimitados por jaulas, en las que se agrupan hasta tres y cuatro canes en un mismo recinto. Los perros son los que más espacio ocupan, y debido al elevado número, también los tienen atados donde se puede; vallas, verjas y a lo largo del recorrido de los pasillos. Por su parte, los mininos están organizados en una única sala, también en jaulas, se encuentran hasta dos y tres gatos juntos en cada una de ellas.

Debido al calor, el olor de los animales resulta intenso, pues aunque salen a pasear y están perfectamente atendidos, orinan en las inmediaciones del lugar, lo que la correa les permite moverse. Así, habitan multitud de moscas que invaden la tranquilidad de algunos y molestan a los trabajadores a lo largo de su jornada. Y aunque participen un centenar de voluntarios con las labores de gestión del centro, aún así, cuando uno acude allí, todos los perros al unísono comienzan a ladrar y saltar desde el interior de sus jaulas queriendo llamar la atención del visitante.

Allí trabajan 18 personas, y el servicio de acogida es de 24 horas los 365 días del año. Arastey dice que tienen más de 400 animales, entre perros y gatos, más del doble de los que deberían tener, y no dan a basto cuidándolos a todos. Las edades que abarcan los animales van desde los 3 meses hasta los 12 años. Tras recibir una llamada por parte de cualquier usuario, la protectora se encarga de recoger al animal y llevarlo a las instalaciones de la protectora donde sigue un proceso de observación, reconocimiento médico y apertura de ficha (foto y descripción) para ingresar en el centro donde se le ubica.

Entre los perros que se pueden adoptar, la gran mayoría son de cruce, destaca 'Rayo' un cachorro de tres meses, cruce de dogo, de color blanco con manchas negras.