Contaba Levante-EMV esta misma semana el caso de una mujer a la que el Ayuntamiento de Valencia le ha denegado la indemnización por haberse caído en una obra pública cuando había un paso de peatones en las inmediaciones. No es un caso aislado. Los servicios municipales responden todos los días con argumentos similares a las decenas de reclamaciones que llegan al consistorio. Y es que todo parece indicar que en tiempos de estrecheces económicas las arcas públicas están más cerradas que nunca para quienes sufren algún percance con participación o responsabilidad del consistorio. Estos son algunos casos:

Las lluvias son «fuerza mayor»

Hace ya cuatro años una vecina de Valencia presentó una reclamación al ayuntamiento por los daños sufridos en un trastero como consecuencia de las filtraciones provocadas por las lluvias ocurridas unos meses antes. Cifraba los daños en 11.845 euros.

Visto el informe, recabadas las pruebas periciales y obtenido informe del Consell Jurídic Consultiu de la Generalitat Valenciana, el Servicio de Responsabilidad Patrimonial y la Junta de Gobierno Local han decidido denegarle tal petición. Como arrendataria del trastero no concuerdan los nombres de la solicitante y de los posibles indemnizados; no están suficientemente probados los daños y además, dominando sbre cualquier otro argumento, la lluvia, en este caso, puede considerarse fuerza mayor.

Los informes del Ciclo Integral del Agua y los de la Agencia Estatal de Meteorología revelan que esos días se recogieron hasta 170 litros por metro cuadrado. En consecuencia, las filtraciones no se produjeron por un problema del alcantarillado, que funcionó correctamente, dice la resolución. Si el alcantarillado se vio desbordado „añade„ fue porque las lluvias registraron «intensidades catastróficas».

Se salió «medio metro» del paso de peatones e iba despistada

También una mujer reclamó al Ayuntamiento 1.309 euros de indemnización por la lesión que sufrió en un ojo al darse con una banderola informativa colocada a la altura de la Estación del Pont de Fusta. De «Valencia Museu Obert» era el anuncio.

Y también se le ha denegado. Aunque ha quedado constancia de las lesiones y la cuantía reclamada se ajusta a las mismas, el servicio de reclamaciones argumenta que la banderola no interrumpe el paso de peatones y que la interesada colisionó con el cartel «al desviarse medio metro del paso de peatones indicado».

Le reprocha incluso que, siendo habitual de este trayecto, no viera la banderola y responde al argumento de posible deslumbramiento por el sol con un científico informe que dice que aquel día y a aquella hora la posición del astro rey era sur-sur y estaba a sus espaldas.

Su conclusión, por tanto, es que el accidente se produjo por «un despiste como el que puede sufrir cualquier otra persona con un elemento consistente».

Cuando parecía que podía cobrar ya había muerto

Quien sí tenía todos los visos de cobrar era una vecina de la calle Padre Ferris que sufrió una caída por el mal estado del pavimento. La indemnización fue cuantificada en 2.188 euros y se abrió un procedimiento administrativo para hacer las comprobaciones y verificar los hechos. Todo parecía indicar que no había duda, pero ocurrió lo imprevisto. Una de las testigos citadas para corroborar los hechos informó de la muerte de la interesada, por lo que se dictó el inmediato archivo del procedimiento. Tampoco tenía herederos que pudieran recibir esa compensación, por lo que en este caso ni siquiera existió la posibilidad de recurrir al propio ayuntamiento o a los tribunales.